La gravedad de la epidemia en Venezuela está alcanzando nuevas dimensiones. La mejor forma de controlarla es con la implementación de un Plan Nacional de Vacunación desarrollado con criterios técnicos y no de clientelismo político, basado en las evidencias científicas y en los principios fundamentales de equidad.
El país nacional ya está elevando su clamor para que se inicie de forma urgente y masiva dicho programa de vacunación, con vacunas de reconocida seguridad y eficacia. En esta situación tan crítica, no se debe utilizar a los venezolanos como campo de prueba de productos experimentales de dudosa o desconocida calidad. Deben explorarse todos los mecanismos posibles para traer al país vacunas aprobadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Una de las alternativas, aunque no la única, está representada por el mecanismo COVAX implementado por la OMS y organismos afines, que tiene como meta la de facilitar el acceso a dos mil millones de vacunas en los países en desarrollo antes del fin del presente año.
A través de los buenos oficios de la Organización Panamericana de Salud (OPS), nuestro país fue invitado a participar en ese esfuerzo, y a tal efecto, el pasado mes de febrero se anunció el establecimiento de una Mesa Técnica Nacional para el acceso a COVAX. Dicha mesa cuenta con la participación del Ministerio del Poder Popular para la Salud, asesores de la Asamblea Nacional del 2015, representantes de la Academia Nacional de Medicina y de otras sociedades científicas, con el acompañamiento de la OPS y de UNICEF. La Mesa acordó la elaboración de un Plan Único Nacional de Vacunación contra la COVID, que sirva de suporte fundamental para todas las iniciativas que sean necesarias a fin de asegurar la vacunación de un estimado de 15 millones de venezolanos.
Como parte del esfuerzo COVAX, se adelantaron gestiones políticas para identificar y liberar los fondos requeridos para la compra de vacunas, y se realizaron además gestiones para la adquisición de un número suficiente para vacunar a por lo menos seis millones de venezolanos. Dichas vacunas deben ser seleccionadas con criterios científicos, reconociendo que la oferta internacional de las mismas es limitada.
La Academia Nacional de Medicina ofrece todo su apoyo a la Mesa Técnica Nacional y ofrece su asesoría científica, así como la orientación necesaria para la selección de vacunas apropiadas para su uso en Venezuela.