BM. Volumen 6, No. 69, Septiembre 2014

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Sección I – Editorial
Rafael Muci-Mendoza 2014-6-69-I-80
¡Aquella historia de mis cadillos…!. Elogio de la sugestión
La verruga vulgar, llamada coloquialmente en nuestro país, ¨cadillo¨, es un crecimiento cutáneo no canceroso que se presenta cuando un virus designado como virus del papiloma humano (HPV, por sus siglas en inglés), infecta la capa superficial de la piel. En la mayoría de los casos, las verrugas tienen un aspecto repugnante, una superficie áspera como la lija, se elevan como un tepuy y exhiben un borde claramente definido. Comúnmente ocurren en los dedos de las manos, brazos, planta de los pies y genitales, pero pueden presentarse en casi cualquier parte del cuerpo. La verrugas en las plantas de los pies se llaman verrugas plantares, en tanto que las que ocurren en el área genital se llaman verrugas genitales. Por lo general las verrugas no son dolorosas. Sin embargo, cuando aparecen en zonas en las que están sujetas a presión o fricción, como la planta del pie, pueden volverse extremadamente sensibles. Con frecuencia, las verrugas se ¨auto limitan¨ y desaparecen por sí solas, es decir, cuando el cuerpo y su sistema inmunológico adquieren sabiduría y deciden establecer una respuesta ofensiva para eliminarlas, lo que a menudo suele ser exitoso. Pero también, las evidencias indican que el cuerpo puede ser incitado a desplegar una ofensiva a través del uso del poder de la sugestión.

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