BM. Volumen 10, No. 112, Abril 2018

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Sección I – Editorial
Rafael Muci-Mendoza

Elogio de las manos…en el diagnóstico
Hemos llegado a escuchar poco, explicar menos, pedir muchos exámenes auxiliares y decidir sobre la base de lo que los exámenes nos informan, perdiendo así el valor relevante de la anamnesis y el examen físico. Alberto Agrest (1923-2012). ¿Ha pensado usted un momento lo que significan su facies o faz?. “El semblante revela el corazón y las intenciones”, sentenciaba sir Thomas Browne (1605-1682), viene a cuento porque un caso si se quiere poético, fue la llamada Desconocida del Sena (en francés, L’Inconnue de la Seine), una joven no identificada encontrada flotando en 1900 y supuestamente ahogada en el río Sena de Paris, cuya faz angelical de aldeanita al decir del autor francés Maurice Blanchot, mostraba ≪una joven con los ojos cerrados, animada por una sonrisa tan relajada y tranquila […] que se podría pensar que se ahogó en un momento de extrema felicidad≫. Su mascarilla mortuoria se volvió un accesorio popular en las paredes de las casas de los artistas desde inicios del siglo XX. Su rostro fue la inspiración de numerosas obras literarias. Muchas hipótesis se tejieron en torno a su caso, y, mucho más desde antes, ya se había tratado de descubrir en la facies la clave de la enfermedad. Todavía algunos románticos como yo tratamos de descubrirlas démblée en la sala de espera, en el autobús o en el metro…

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