Luego de dos meses del inicio de vacunaciones contra la COVID-19 en América Latina son preocupantes las desigualdades en disponibilidad y cobertura. La región se puede dividir en tres grupos de países. El primer grupo está integrado por países que han establecido acuerdos que garantizan la disponibilidad de vacunas para la totalidad de la población objetivo (Chile, Perú, y República Dominicana), tomando en cuenta tanto las compras de los gobiernos directamente a los proveedores, como las que provengan por el mecanismo COVAX. El segundo grupo está compuesto por la mayoría de los países, que no cuentan con disponibilidad de vacunas, incluso agregando las que se obtengan a través del mecanismo COVAX. En el tercer grupo se encuentran los países que a la fecha solo tendrían acceso por el mecanismo COVAX.
Venezuela se encuentra en el segundo grupo. La disponibilidad de vacunas para el país se estima en tan solo el 38% de la población objetivo. Esto incluiría 18% proveniente de 10 millones de dosis de la vacuna Sputnik V, más 20% que provendría de COVAX. Esto coloca a Venezuela en el penúltimo lugar en la región en cuanto a disponibilidad de vacunas, solo por encima de El Salvador (con 35%). Este porcentaje de disponibilidad de Venezuela contrasta notoriamente con el estimado para México (76%), Brasil (75%), Colombia (70%), Uruguay (73%), y Argentina (72%).
Para alcanzar la cobertura requerida para controlar la COVID-19 también es necesario contar con un Plan Nacional de Vacunación, como ya lo tienen varios países en la región. Dichos planes cubren aspectos desde antes de iniciar las vacunaciones hasta alcanzar la meta establecida, incluyendo las siguientes fases: adquisición, almacenamiento, distribución, inoculación, vigilancia de efectos adversos supuestamente vinculados a la vacuna (ESAVI), registro, y seguimiento. Algunos países tienen un sitio web donde se muestra información en tiempo real sobre los sitios para administrar las vacunas, las poblaciones prioritarias, los grupos de personas que pueden vacunarse clasificados por semanas, y los datos actualizados de las vacunas administradas.
Venezuela está muy rezagada en América Latina, tanto en la disponibilidad de vacunas, como en el diseño del Plan Nacional de Vacunación.
La Academia Nacional de Medicina reitera la disposición permanente para apoyar con nuestras capacidades en estas tareas, convencidos de que repercutirán favorablemente en el bienestar y tranquilidad de todos los venezolanos.