Feng, S., Phillips, D.J., White, T. et al. Correlatos de protección contra la infección sintomática y asintomática por SARS-CoV-2. Nat Med (2021). https://doi.org/10.1038/s41591-021-01540-1
Recopilado por Carlos Cabrera Lozada. Director del postgrado de Medicina Materno Fetal. Universidad Central de Venezuela. ORCID: 0000-0002-3133-5183. 05/10/2021
Resumen
El suministro mundial de vacunas contra la COVID-19 sigue siendo limitado. Una comprensión de la respuesta inmune que sea predictiva de la protección podría facilitar la licencia rápida de nuevas vacunas. Los datos de un ensayo aleatorizado de eficacia de la vacuna ChAdOx1 nCoV-19 (AZD1222) en el Reino Unido se analizaron para determinar los niveles de anticuerpos asociados con la protección contra el SARS-CoV-2. Se midieron anticuerpos de unión y neutralización a los 28 días después de la segunda dosis en receptores de vacunados infectados y no infectados. Los niveles más altos de todos los marcadores inmunes se correlacionaron con un menor riesgo de infección sintomática. Se logró una eficacia vacunal del 80% contra la infección sintomática con la variante alfa mayoritaria (B.1.1.7) del SARS-CoV-2 con 264 (IC del 95%: 108, 806) unidades de anticuerpos de unión (BAU)/ml: y 506 (IC del 95%: 135, no computados (más allá del rango de datos) (NC)) BAU/ml para anticuerpos anti-espiga y anti-RBD, y 26 (IC del 95%: NC, NC) unidad internacional (UI)/ml y 247 (IC del 95%: 101, NC) títulos de neutralización normalizados (NF50)para pseudovirus y neutralización de virus vivos, respectivamente. Los marcadores inmunes no se correlacionaron con infecciones asintomáticas en el nivel de significación del 5%. Estos datos se pueden utilizar para conectar a nuevas poblaciones mediante ensayos validados y permitir la extrapolación de las estimaciones de eficacia a las nuevas vacunas contra la COVID-19.
Dentro de los 17 meses posteriores a la identificación del SARS-CoV-2 en Wuhan, China, en respuesta a la pandemia, la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomendó el uso de 6 vacunas COVID-19 a partir del 16 de junio de 2021 (ref. 1). Se han notificado eficacias de vacunas (VE) que oscilan entre el 50% y el 95% contra infecciones sintomáticas por COVID-19, utilizando diferentes definiciones de criterios de valoración.2,3,4,5,6,7. La evidencia del mundo real de los programas de implementación de vacunas ha demostrado que las vacunas COVID-19 son altamente efectivas contra enfermedades graves, hospitalizaciones y muertes, y reducen tanto la infección asintomática como dentro de la transmisión doméstica.8,9,10,11,12,13.
El suministro mundial de vacunas contra la COVID-19 sigue siendo limitado a pesar de los intensos esfuerzos de producción. La autorización de nuevas vacunas podría ayudar a satisfacer la demanda. A medida que más países implementen programas de vacunas, será cada vez más difícil realizar estudios clínicos de eficacia de nuevas vacunas. Es urgente comprender la relación entre las respuestas inmunitarias a las vacunas y la protección contra los resultados clínicos para acelerar el desarrollo de vacunas. El conocimiento de las medidas inmunitarias que están estadísticamente asociadas con la protección contra la enfermedad («correlatos de protección») puede permitir autorizar el uso de nuevas vacunas basándose únicamente en datos de inmunogenicidad y seguridad, cuando no sean factibles grandes ensayos de eficacia. Además, la comprensión de la respuesta inmune permite la comparación de las vacunas entre cohortes de personas que difieren según la edad, la raza, el origen étnico u otros factores.