CV. Inmunidad innata: la primera línea de defensa contra el SARS-CoV-2

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Diamante, M.S., Kanneganti, TD. Inmunidad innata: la primera línea de defensa contra el SARS-CoV-2. Nat Immunol 23, 165–176 (2022). https://doi.org/10.1038/s41590-021-01091-0

Recopilado por Carlos Cabrera Lozada. Miembro Correspondiente Nacional, ANM puesto 16. ORCID: 0000-0002-3133-5183. 03/02/2022

Resumen

La pandemia de la enfermedad por coronavirus 2019 (COVID-19), causada por el coronavirus del síndrome respiratorio agudo severo (SARS-CoV)-2, continúa causando una morbilidad y mortalidad sustanciales. Si bien la mayoría de las infecciones son leves, algunos pacientes experimentan inflamación sistémica grave y potencialmente mortal, daño tisular, tormenta de citoquinas y síndrome de dificultad respiratoria aguda. El sistema inmune innato actúa como la primera línea de defensa, detectando el virus a través de receptores de reconocimiento de patrones y activando las vías inflamatorias que promueven el aclaramiento viral. Aquí, discutimos los procesos inmunes innatos involucrados en el reconocimiento del SARS-CoV-2 y la inflamación resultante. Una mejor comprensión de cómo el sistema inmunitario innato detecta y responde al SARS-CoV-2 ayudará a identificar modalidades terapéuticas específicas que mitiguen la enfermedad grave y mejoren los resultados de los pacientes.

Orientaciones futuras

A pesar de los rápidos avances en la ciencia básica y traslacional en los últimos 2 años, el SARS-CoV-2 y el COVID-19 siguen representando una importante amenaza para la salud mundial. Las células inmunes innatas, incluidas las ILC que residen en los epitelios de la mucosa, son una primera línea de defensa esencial contra la infección por SARS-CoV-2. Los estudios clínicos preliminares han demostrado que el empeoramiento de la gravedad de la enfermedad y el aumento del riesgo de hospitalización se asocian con reducciones en la abundancia de ILC.178 y que la expansión de la población de ILC2 está vinculada a la recuperación de COVID-19 (ref. 179), destacando la importancia de las células inmunes innatas para contrarrestar la infección180. El sistema inmune innato utiliza una serie de sensores y moléculas efectoras, incluyendo TLR, RRLR, NLR y sensores de inflamasoma, así como cGAS y STING, para detectar directa e indirectamente el virus o los componentes virales. Aguas abajo de la detección, la señalización de IFN, la producción de citoquinas y la muerte celular son características clave de la respuesta inmune innata que pueden reducir la replicación viral y eliminar las células infectadas para prevenir la propagación viral. Sin embargo, el SARS-CoV-2 codifica proteínas y mecanismos que contrarrestan las defensas innatas. Como factor de complicación, la hiperactivación de la respuesta inmune innata del huésped a menudo se asocia con la muerte celular, la tormenta de citoquinas, la enfermedad grave y la mortalidad. Por estas razones, los fármacos inmunomoduladores del huésped que atemperan las respuestas inflamatorias, incluidos baricitinib y tocilizumab, se han evaluado y se les ha otorgado EUA para el tratamiento de COVID-19 grave, y muchos otros están bajo investigación. Una comprensión más detallada de la respuesta inmune innata del huésped al SARS-CoV-2 podría ayudar a la farmacocinética a lograr el equilibrio de la inflamación y la inmunomodulación que optimiza las respuestas antivirales sin causar una inflamación patológica excesiva. Una ventaja de dirigirse a la inmunidad innata y las moléculas huésped es que este enfoque debería ser menos vulnerable a la evolución viral, la aparición de variantes y la resistencia, que han puesto en peligro la eficacia de las vacunas actuales contra la COVID-19 y las terapias basadas en anticuerpos antivirales. A medida que surjan nuevas cepas, será fundamental continuar evaluando la eficacia de las estrategias terapéuticas actuales y optimizar las opciones de tratamiento.

Más allá de mejorar nuestra comprensión de los mecanismos subyacentes de la enfermedad en COVID-19, también será importante considerar las diferencias en la activación inmune innata que ocurren en función de las comorbilidades, la edad, el sexo y otros factores subyacentes. Es probable que estos contribuyan a las diferentes severidades de la enfermedad observadas en todos los grupos de pacientes.5. Además, la mayoría de los estudios hasta la fecha han considerado las respuestas inmunes innatas en adultos. Dado el creciente número de infecciones pediátricas181, algunos de los cuales son graves y están asociados con síndromes inflamatorios y MIS-C, existe la necesidad de estudiar las respuestas inmunes en esta población. Una comprensión más profunda de la inmunidad innata al SARS-CoV-2 y las estrategias de evasión asociadas puede ayudar a generar nuevos enfoques terapéuticos que mitiguen la enfermedad grave, proporcionen tratamientos para la pandemia en curso e identifiquen contramedidas para prevenir complicaciones de las futuras.

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