https://www.pnas.org/content/117/30/17695
https://bmjopen.bmj.com/content/11/3/e046872
Luego de recopilar múltiples trabajos serios sobre las consecuencias que acarrea esta pandemia, resaltan dos estudios, uno de la Universidad de Cambridge (Reino Unido) y otro de la Pennsylvania State University (EE UU), los cuales concuerdan y deducen que, por cada víctima mortal por COVID-19, ocurre un impacto directo en nueve familiares cercanos (abuelos, padres, hermanos, parejas o hijos), lo que será el inicio de una crisis sanitaria, social y económica quizás hasta ahora no considerada ni percibida, y que pudiera provocar daños incalculables si se tiene en cuenta los fallecimientos en el mundo, cuya cifra asciende a más de tres millones de fallecidos, por lo que podemos esperar más de 27 millones de afectados por la epidemia silenciosa del dolor.
Esta plenamente estudiado que “después de experimentar la muerte de una relación cercana, los individuos corren un riesgo elevado de sufrir una serie de factores de estrés negativos para la vida futura”. Ambos trabajos coinciden en señalar fracaso escolar, rupturas sentimentales y pérdidas de apoyo económico y social hasta efectos psicológicos. “Las investigaciones futuras deben tener cuidado de incluir el duelo familiar como un posible antecedente de resultados adversos en múltiples ámbitos y etapas de la vida”, concluyen y resaltan las víctimas colaterales, en especial, a “aquellos que han tenido que hacer frente a muertes súbitas, inesperadas o en unidades de cuidados intensivos, donde sus seres queridos han sufrido síntomas graves, incluyendo dificultad para respirar y agitación al final de la vida”. “Puede haber una epidemia silenciosa del dolor que aún no hemos captado”.
Otro factor poco precisado en cuanto a su dimensión es el que ocurre con “las medidas de distanciamiento social que han dejado a algunos morir solos”, y los estudios señalan que “todos estos factores significan que los riesgos por duelos complicados se han vuelto más altos durante la pandemia”.
La pandemia ha puesto de manifiesto la necesidad de que la atención durante el duelo sea parte integral de la atención social y de salud.
Aspecto poco estudiado de importancia psicosocial inmensurable para evaluar consecuencias más allá de lo netamente biológico de la pandemia. Felicidades excelente contribución a la literatura!
Las muertes se incrementan por la patologia per se, y por las precarias condiciones sanitarias del sistema público. Por ejemplo centros de referencia nacional hasta 4 días sin el vital líquido. Eso agrega comorbilidades. Para las pacientes y Los trabajadores de la salud.