Los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos y la Organización Mundial de la Salud (OMS) han establecido nuevos criterios para clasificar las variantes del SARS-CoV-2, el virus que causa la COVID-19.
Las nuevas designaciones son: variante de interés, variante de preocupación y variante de gran consecuencia.
• Una variante de interés ha causado grupos discretos de infección en Estados Unidos o en otros países, o parece estar impulsando aumento en los casos. También tiene cambios genéticos que sugieren que podría ser más contagiosa o que pueden ayudarle a escapar de la inmunidad conferida por la infección natural o la vacunación. Es posible que los tratamientos y las pruebas no funcionen tan bien en su contra. CDC observa tres de estas variantes.
• Se ha demostrado a través de la investigación científica que una variante de preocupación es más contagiosa o causa enfermedad más grave. También puede reducir la eficacia de los tratamientos y las vacunas. Las personas que previamente han tenido COVID-19 pueden volver a infectarse con la nueva cepa. CDC rastrea cinco de estas variantes.
• Una variante de gran consecuencia provocaría enfermedad más grave y mayor número de hospitalizaciones. También se ha demostrado que derrota las contramedidas médicas, como las vacunas, los fármacos antivirales y los anticuerpos monoclonales. Hasta ahora ninguna de las variantes cumple con esta definición.
Al seguir los nuevos criterios, los CDC señalaron que estaban lanzando una amplia red para designar variantes de interés, pero que se requerirían pruebas más sólidas antes de categorizarlas como una variante de preocupación.