CARTA AL EDITOR. https://doi.org/10.1111/birt.12582
Recopilado por Carlos Cabrera Lozada. Miembro Correspondiente Nacional, ANM puesto 16. ORCID: 0000-0002-3133-5183. 30/10/2021
1 INTRODUCCIÓN
La pandemia del coronavirus 2 del síndrome respiratorio agudo severo (SARS-CoV-2) ha provocado más de 120 millones de casos y casi 3 millones de muertes en todo el mundo.1 La vacuna de ARNm de Pfizer-BioNTech (BNT162b2) (Pfizer, Inc) fue la primera en ser aprobada en los Estados Unidos y recibió la Autorización de Uso de Emergencia (EUA) de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) el 11 de diciembre de 2020.2 Se priorizó a los trabajadores de la salud para recibir la vacuna, y varias mujeres que estaban embarazadas o considerando quedar embarazadas se enfrentaron a la difícil decisión de recibir la vacuna que podría salvar vidas con pocos datos sobre los posibles efectos en su feto. El Colegio Americano de Obstetricia y Ginecología y la Sociedad de Medicina Materno-Fetal emitieron una declaración conjunta en diciembre abogando por que las personas embarazadas con alto riesgo de contraer el virus puedan decidir si recibirán la vacuna durante el embarazo.3 Aunque sigue habiendo datos limitados sobre los efectos adversos para el feto, informamos un caso de transmisión vertical de anticuerpos IgG SARS-CoV-2 de una madre vacunada a su hijo sin evidencia de infección previa.
2 CASO
Este es un informe de un médico de 33 años que recibió ambas dosis de la vacuna BNT162b2 SARS-CoV-2 a las 29 0/7 semanas de gestación y 32 0/7 semanas, respectivamente. Ella toleró bien ambas dosis con solo dolor leve en el lugar de la inyección y malestar general con cada una. Tuvo trabajo de parto espontáneo a las 38 5/7 semanas y dio a luz a un bebé varón sano con anticuerpos IgG SARS-CoV-2 positivos en la muestra de sangre de la vena umbilical en el momento del nacimiento. La madre también tenía anticuerpos IgG SARS-CoV-2 confirmados en el momento del nacimiento. Ella está sana sin condiciones médicas previas y un parto a término previo. No hubo evidencia de infección previa por SARS-CoV-2 en la madre que tenía una prueba negativa de anticuerpos IgG por SARS-CoV-2 antes de la vacunación, y dos pruebas PCR de hisopo nasal negativas, incluida una prenatal y en el momento del parto (Tabla 1).TABLA 1. Pruebas de SARS-CoV-2
Cronometraje | Muestra | Prueba | Resultado |
---|---|---|---|
4 semanas prenatales | Hisopo nasal materno | SARS-CoV-2 PCR | Negativo |
12 semanas de gestación | Venosa materna | SARS-CoV-2 IgG | Negativo |
38 semanas de gestación | Hisopo nasal materno | SARS-CoV-2 PCR | Negativo |
Entrega | Vena umbilical | SARS-CoV-2 IgG | Positivo |
Entrega | Venosa materna | SARS-CoV-2 IgG | Positivo |
3 DISCUSIÓN
Este informe de transmisión vertical de anticuerpos contra el SARS-CoV-2 después de la vacunación materna es el segundo caso conocido que proporciona evidencia anecdótica que respalda la seguridad y el beneficio de la vacunación materna.4 Varios estudios han evaluado el potencial de transmisión vertical de anticuerpos contra el SARS-CoV-2 después de la infección materna.5–7 Esto incluye una serie de casos recientes de 6 bebés nacidos de madres con infección reciente por SARS-CoV-2 que demuestra que todos los niños tenían anticuerpos IgG e IgM contra el SARS-CoV-2 sin efectos adversos observados hasta la fecha.7 Esto se describió además en un artículo reciente en JAMA Pediatrics que demuestra que los títulos neonatales se correlacionan con los títulos maternos y el momento de la infección.8 Además, un artículo reciente de JAMA demostró que las vacunas de ARNm contra el SARS-CoV-2 eran inmunogénicas en pacientes embarazadas con títulos positivos en la sangre del cordón umbilical y la leche materna y las respuestas de las células T a las variantes de preocupación del SARS-CoV-2.9 Lamentablemente, no se disponiera de títulos de anticuerpos para el presente caso.
Las mujeres embarazadas que contraen la infección por SARS-CoV-2 tienen un mayor riesgo de ingreso en la unidad de cuidados intensivos, ventilación mecánica y muerte en comparación con los pacientes no embarazadas de la edad.10 Además, la respuesta materna a la infección pone al feto en mayor riesgo de parto prematuro y pérdida del embarazo.11 Se ha demostrado que la vacunación contra el SARS-CoV-2 protege contra enfermedades graves. Sin embargo, las mujeres embarazadas fueron excluidas de los ensayos de la vacuna, por lo que la seguridad y eficacia de la vacuna en esta población sigue siendo desconocida. A pesar de la falta de datos, varias mujeres embarazadas han sido vacunadas y se están realizando numerosos estudios prospectivos para determinar los efectos maternos y fetales de las vacunas contra el SARS-CoV-2. Sin embargo, hay una variación significativa en la tasa de aceptación de la vacunación en todo el mundo con un estudio reciente que sugiere la tasa de aceptación más baja en los Estados Unidos, Rusia y Australia.12 Este informe proporciona datos para apoyar la vacunación materna con beneficios maternos y fetales.