Søren R. Paludan, et al. doi: 10.1126/sciimmunol.abm5505. https://doi.org/10.1126/sciimmunol.abm5505
Recopilado por Carlos Cabrera Lozada. Miembro Correspondiente Nacional, ANM puesto 16. ORCID: 0000-0002-3133-5183. 10/01/2022
Resumen
La enfermedad por coronavirus 2019 (COVID-19) es una enfermedad caracterizada por una profunda desregulación del sistema inmune innato. Este conocimiento ha surgido del gran cuerpo de estudios ómicos unicelulares de pacientes con COVID-19, que han proporcionado uno de los atlas celulares más detallados de una enfermedad humana. Sin embargo, solo estamos comenzando a comprender las vías inmunológicas innatas que gobiernan la defensa del huésped y la inmunopatología en COVID-19. En esta revisión, discutimos la comprensión emergente de cómo el SARS-CoV-2 y las moléculas derivadas del huésped activan receptores de reconocimiento de patrones específicos para provocar respuestas protectoras de interferón y respuestas patológicas de citoquinas, con un enfoque particular en la infección aguda del pulmón y la fisiopatología pulmonar en COVID-19 crítico. Además, discutimos cómo estas vías son moduladas por las interacciones virus-huésped y las vías de detección de estrés del huésped. La comprensión profunda de los mecanismos de la enfermedad probablemente descubrirá objetivos moleculares específicos para el tratamiento de COVID-19 y otras infecciones virales emergentes. Además, revelará el fino equilibrio entre la protección beneficiosa frente a la enfermedad patológica que causa respuestas inmunes.
CONCLUSIONES
A medida que comencemos a aprender más sobre las vías inmunológicas que impulsan la defensa del huésped y el desarrollo de la enfermedad en COVID-19, lograremos una comprensión más profunda de cómo el SARS-CoV-2 puede causar una enfermedad tan grave y también obtendremos información sobre la base de las diferencias interindividuales sustanciales en la susceptibilidad y gravedad de la enfermedad. Como punto de partida para esta discusión científica, proponemos que el COVID-19 crítico es una enfermedad de doble defecto, que requiere en primer lugar un control temprano defectuoso del virus, principalmente a través de los sistemas IFN tipo I y III y en segundo lugar una capacidad deteriorada para controlar las actividades proinflamatorias. Solo cuando ambos puntos de control fallan se desarrollará una enfermedad crítica. El trabajo futuro sobre los mecanismos celulares y las vías moleculares en juego en la infección por SARS-CoV-2 debería descubrir los mecanismos de COVID-19 críticos en detalle. Esto no solo nos permitirá comprender cómo un virus emergente a fines de 2019 ha matado a más de 5 millones de personas en menos de 2 años, sino que también proporcionará un conocimiento invaluable para el desarrollo del tratamiento de esta y futuras enfermedades pandémicas virales.