Sociedad Venezolana de Salud Pública. Red Defendamos la Epidemiología Nacional
El coronavirus SARS- Co-V2 causante del COVID-19, se detectó por primera vez en la ciudad china de Wuhan (Provincia de Hubei) China, en diciembre de 2019. Según el Centro Chino para el Control y Prevención de Enfermedades (CCDC), el 29 de diciembre un hospital en Wuhan admitió a 4 individuos con neumonía, quienes trabajaban en un un mercado de esa ciudad. El hospital reportó esto al CCDC, cuyo equipo en la ciudad inició una investigación. El equipo encontró más casos relacionados al mercado y el 30 de diciembre las autoridades de salud de Wuhan reportaron los casos al CCDC, que envió expertos a Wuhan para apoyar la investigación. Se obtuvieron muestras de estos pacientes para realizar análisis de laboratorio. https://drive.google.com/file/d/1t9Ax8g-DBNZQ9tw4SoOxw-0bp2TIiK2S/view?usp=sharing
Lecciones aprendidas y recomendaciones de aplicación inmediata.
Es tiempo de hacer una evaluación de lo actuado en estas primeras seis semanas, una justa reflexión de los éxitos y fracasos, de los errores cometidos, de acelerar aquellos preparativos sanitarios que no se alcanzaron o fueron pospuestos desde enero de 2020, cuando se declaró la enfermedad como una emergencia de importancia de salud pública internacional; del tiempo perdido y de la planificación incompleta, así como de la necesidad imperiosa de continuar preparando cuidadosamente, las acciones para desinstalar progresivamente, las medidas de distanciamiento social masivo, con el propósito de evitar tardíamente el desarrollo de la fase acelerada de la pandemia, su carga sobre la salud de la población e impacto severo sobre los servicios asistenciales. Es indispensable atender especialmente a los grupo de población más vulnerables, como son los migrantes forzados, las etnias indígenas, las personas de la tercera edad y aquellos que padecen enfermedades y otras condiciones comórbidas que los hacen más frágiles y con más riesgo de complicaciones y muertes. Mejorar la gestión de las acciones de mitigación, ofrecer información veraz, oportuna, continua y completa, estimular la participación de las organizaciones de la sociedad y de los ciudadanos en la planificación, ejecución y control de las actividades. Así mismo, minimizar los efectos nocivos de las medidas de control y mitigación de la pandemia sobre la libertades, los derechos humanos y reducir el impacto socio-económico de las mismas.