CV. Nirmatrelvir y el riesgo de secuelas postagudas de COVID-19

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 Yan Xie, Taeyoung Choi, y Ziyad Al-Aly. doi: https://doi.org/10.1101/2022.11.03.22281783

Recopilado por Carlos Cabrera Lozada. Miembro Correspondiente Nacional, ANM puesto 16. ORCID: 0000-0002-3133-5183. 07/03/2022

Resumen

El Covid prolongado, la enfermedad que abarca las secuelas postagudas del SARS-CoV-2 (PASC), afecta a millones de personas en todo el mundo. La prevención del PASC es una prioridad urgente de salud pública. En este trabajo, nuestro objetivo fue examinar si el tratamiento con nirmatrelvir en la fase aguda de COVID-19 se asocia con un menor riesgo de secuelas posagudas. Utilizamos las bases de datos de atención médica del Departamento de Asuntos de Veteranos de los Estados Unidos para identificar a los usuarios del sistema de salud que tuvieron una prueba positiva de SARS-CoV-2 entre el 01 de marzo de 2022 y el 30 de junio de 2022, no fueron hospitalizados el día de la prueba positiva, tuvieron al menos 1 factor de riesgo de progresión a enfermedad grave por COVID-19 y sobrevivieron los primeros 30 días después del diagnóstico de SARS-CoV-2. Identificamos a aquellos que fueron tratados con nirmatrelvir oral dentro de los 5 días posteriores a la prueba positiva (n = 9217) y aquellos que no recibieron tratamiento antiviral o de anticuerpos COVID-19 durante la fase aguda de la infección por SARS-CoV-2 (grupo control, n = 47,123). Se utilizaron modelos de supervivencia ponderada por probabilidad inversa para estimar el efecto de nirmatrelvir (versus control) en un panel preespecificado de 12 resultados posagudos de COVID-19 y se informaron como cociente de riesgos instantáneos (CRI) y reducción del riesgo absoluto (ARR) en porcentaje a los 90 días. En comparación con el grupo control, el tratamiento con nirmatrelvir se asoció con un menor riesgo de PASC (HR 0,74 IC del 95% [0,69; 0,81], ARR 2,32 (1,73, 2,91)) incluyendo un riesgo reducido de 10 de 12 secuelas postagudas en el sistema cardiovascular (arritmia y cardiopatía isquémica), trastornos de la coagulación y hematológicos (trombosis venosa profunda y embolia pulmonar), fatiga, enfermedad hepática, enfermedad renal aguda, dolor muscular, deterioro neurocognitivo y dificultad para respirar. Nirmatrelvir también se asoció con un menor riesgo de muerte posaguda (HR 0,52 [0,35; 0,77], ARR 0,28 [0,14; 0,41]) y hospitalización posaguda (HR 0,70 [0,61, 0,80], ARR 1,09 [0,72, 1,46]). Nirmatrelvir se asoció con un menor riesgo de PASC en personas que no estaban vacunadas, vacunadas y potenciadas, y en personas con infección primaria por SARS-CoV-2 y reinfección. En resumen, nuestros resultados muestran que en personas con infección por SARS-CoV-2 que tenían al menos 1 factor de riesgo de progresión a enfermedad grave por COVID-19, el tratamiento con nirmatrelvir dentro de los 5 días posteriores a una prueba positiva de SARS-CoV-2 se asoció con un menor riesgo de PASC, independientemente del estado de vacunación y los antecedentes de infección previa. La totalidad de los hallazgos sugiere que el tratamiento con nirmatrelvir durante la fase aguda de COVID-19 reduce el riesgo de resultados adversos para la salud postagudos.

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