CV. Vacunas COVID-19 inactivadas enteras y basadas en proteínas

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Peter J. Hotez y María Elena Bottazzi. https://doi.org/10.1146/annurev-med-042420-113212

Recopilado por Carlos Cabrera Lozada. Miembro Correspondiente Nacional, ANM puesto 16. ORCID: 0000-0002-3133-5183. 03/04/2022

Resumen

El rápido desarrollo y despliegue de vacunas vectorizadas por ARNm y adenovirus contra la enfermedad por coronavirus 2019 (COVID-19) continúan asombrando a la comunidad científica mundial, pero estas plataformas de vacunas y enfoques de producción aún no han logrado la equidad mundial de la vacuna COVID-19. Inmunizar a los miles de millones de personas en riesgo de COVID-19 en los países de ingresos bajos y medios (PIBM) del mundo todavía depende de la disponibilidad de vacunas producidas y escaladas a través de enfoques tecnológicos tradicionales. Las vacunas basadas en virus inactivados enteros (WIV) y plataformas basadas en proteínas, así como las vacunas basadas en partículas de proteínas, son las más producidas por las estrategias de fabricación de vacunas LMIC. Tres vacunas principales contra el WIV están comenzando a distribuirse ampliamente. Varias vacunas basadas en proteínas y proteínas a base de partículas están avanzando con resultados prometedores. En general, estas vacunas están exhibiendo excelentes perfiles de seguridad y, en algunos casos, han demostrado su potencial para inducir altos niveles de anticuerpos neutralizantes del virus y respuestas de células T (y protección) tanto en primates no humanos como en estudios tempranos en humanos. Existe una necesidad urgente de continuar acelerando estas vacunas para los PIBM a tiempo para vacunar completamente a estas poblaciones a más tardar a fines de 2022. El logro de estos objetivos también serviría como un recordatorio importante de que debemos continuar manteniendo la experiencia en la producción de múltiples tecnologías de vacunas, en lugar de depender de cualquier plataforma individual.

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