
En consecuencia, incluso si todos los casos sintomáticos están aislados, se puede desarrollar un gran brote. Además, cuantificamos el efecto de aislar las infecciones silenciosas además de los casos sintomáticos, descubriendo que más de un tercio de las infecciones silenciosas deben aislarse para suprimir un brote futuro por debajo del 1% de la población. Nuestros resultados indican que el aislamiento basado en síntomas debe complementarse con un rastreo y prueba de contacto rápido que identifique casos asintomáticos y presintomáticos, a fin de eliminar de manera segura las restricciones actuales y minimizar el riesgo de resurgimiento.