Surma, S., & Oparil, S. (2021). Café e hipertensión arterial. Informes actuales de hipertensión, 23(7), 38. https://doi.org/10.1007/s11906-021-01156-3
Recopilado por Carlos Cabrera Lozada. Miembro Correspondiente Nacional, ANM puesto 16. ORCID: 0000-0002-3133-5183. 02/04/2022
RESUMEN
Propósito de la revisión
El café es una bebida muy popular y se estima que se consumen diariamente 2.250 millones de tazas en todo el mundo. Tal popularidad del café lo convierte en la bebida más consumida junto al agua. Numerosos estudios han demostrado un efecto beneficioso del consumo habitual y moderado de café en el funcionamiento de los sistemas nervioso, digestivo y cardiovascular, así como en la función renal. Teniendo en cuenta la altísima prevalencia de hipertensión arterial en el mundo (31,1% de los adultos), se ha levantado mucha controversia sobre la influencia del consumo de café en la presión arterial y el riesgo de hipertensión arterial. Además, ha habido extensas discusiones sobre la seguridad del consumo de café para las personas hipertensas.
Hallazgos recientes
Hay más de 1000 compuestos químicos en el café. Los mejor caracterizados de estos son la cafeína, el ácido clorogénico, la trigonelina, el kahweol, el cafestol, el ácido ferúlico y las melanoidinas. Estos compuestos tienen influencias bidireccionales en la regulación de la presión arterial. Los resultados de numerosos estudios y metaanálisis indican que el consumo moderado y habitual de café no aumenta e incluso puede reducir el riesgo de desarrollar hipertensión arterial. Por el contrario, el consumo ocasional de café tiene efectos hipertensivos. El consumo habitual moderado de café en personas hipertensas no parece aumentar el riesgo de presión arterial no controlada e incluso puede reducir el riesgo de muerte por cualquier causa.
El consumo moderado y habitual de café (1–3 tazas / día) no afecta negativamente la presión arterial en la mayoría de las personas, incluidas las que tienen hipertensión arterial.