Laura Naranjo, et al. Frente. Immunol., 12 de septiembre de 2022. Sec. Trastornos autoinmunes y autoinflamatorios. https://doi.org/10.3389/fimmu.2022.957201
Recopilado por Carlos Cabrera Lozada. Miembro Correspondiente Nacional, ANM puesto 16 . ORCID: 0000-0002-3133-5183. 12/09/2022
Fondo: El síndrome antifosfolípido (SAF) es un trastorno autoinmune multisistémico caracterizado por eventos trombóticos y/o morbilidad gestacional en pacientes con anticuerpos antifosfolípidos (aPL). En un estudio previo de un solo centro, las manifestaciones clínicas relacionadas con APS que no se incluyeron en los criterios de clasificación (livedo reticularis, trombocitopenia, leucopenia) se asociaron con la presencia de complejos inmunes circulantes (CIC) formados por anticuerpos beta-2-glicoproteína-I (B2GP1) y anti-B2GP1 (B2-CIC). Hemos realizado un estudio multicéntrico sobre las características de APS asociadas a la presencia de B2-CIC.
Métodos: Se realizó un estudio multicéntrico, transversal y observacional en 303 pacientes reclutados de seis hospitales europeos que cumplieron con los criterios de clasificación de APS: 165 pacientes tenían APS primario y 138 APS asociados con otras enfermedades autoinmunes sistémicas (principalmente lupus eritematoso sistémico, N = 112). Se evaluó la prevalencia de B2-CIC (isotipos IgG/IgM) y su asociación con manifestaciones clínicas y biomarcadores relacionados con la actividad de la enfermedad.
Resultados: La prevalencia de B2-CIC en pacientes con APS fue del 39,3%. Los pacientes B2-CIC positivos con SAF trombótico presentaron una mayor incidencia de trombocitopenia (OR: 2,32, p=0,007), engrosamiento y disfunción valvular cardíaca (OR: 9,06, p=0,015) y triple positividad de aPL (OR: 1,83, p=0,027), así como niveles más bajos de C3, C4 y plaquetas (valores p: <0,001, <0,001 y 0,001) en comparación con los pacientes B2-CIC negativos. El B2-CIC del isotipo IgM fue significativamente más prevalente en el SAF gestacional que trombótico.
Conclusiones: Los pacientes con eventos trombóticos y positivos para B2-CIC tuvieron un recuento de plaquetas y niveles de complemento más bajos que aquellos que fueron negativos, lo que sugiere un mayor grado de activación plaquetaria.