Catherine Hill, DOI:https://doi.org/10.1016/S2468-2667(24)00124-5
Recopilado por Carlos Cabrera Lozada. Miembro Correspondiente Nacional, ANM puesto 16. ORCID: 0000-0002-3133-5183. 01/07/2024
Resumen
Basándose en un análisis de la base de datos de altas hospitalarias francesas, Michaël Schwarzinger y sus colegas
1 muestran en su estudio en The Lancet Public Health que, en una población de más de 865.000 individuos con dependencia del alcohol, el tratamiento de rehabilitación del alcohol o un historial de abstinencia se asoció con un menor riesgo de cánceres asociados al alcohol que ningún tratamiento de rehabilitación ni abstinencia.Este es un resultado importante de un país con un nivel notoriamente alto de consumo de alcohol. En 2022, se vendió en Francia una media de 165 g de alcohol puro a la semana por habitante de 15 años o más, de los cuales el vino representó el 52 %, la cerveza el 25 %, las bebidas espirituosas el 21 % y otras bebidas alcohólicas (sidras, oporto, etc.) menos del 2 %.2 Este promedio es mucho mayor que el límite superior de consumo razonable recomendado por las autoridades sanitarias (es decir, 100 g de alcohol puro por semana). 3 La fracción de cánceres atribuibles al consumo de alcohol en Francia es una de las más altas de Europa occidental, tanto en la población masculina como en la femenina. 4Schwarzinger y sus colegas concluyen que para prevenir futuros cánceres, la rehabilitación con alcohol debería ofrecerse de forma más amplia. Pero la oferta de rehabilitación es solo una parte de la solución.