Evitar la hipoxia cerebral en lesiones cerebrales traumáticas graves en entornos con recursos limitados – Una guía fisiopatológica

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Daniel Agustín Godoy, et al. https://doi.org/10.1016/j.jcrc.2023.154260

Recopilado por Carlos Cabrera Lozada. Miembro Correspondiente Nacional, ANM puesto 16. ORCID: 0000-0002-3133-5183. 03/01/2024

Resumen

La oxigenación cerebral representa el equilibrio entre el suministro, el consumo y la utilización de oxígeno por parte del cerebro y, por lo tanto, refleja la idoneidad de la perfusión cerebral.

Diferentes factores pueden influir en la cantidad de oxígeno que llega al cerebro, como la presión arterial, los niveles de hemoglobina, la oxigenación sistémica y la transferencia de oxígeno de la sangre a la microcirculación cerebral.

Un desajuste entre el suministro y la demanda de oxígeno cerebral da lugar a hipoxia/isquemia cerebral, y se asocia con daño cerebral secundario y empeoramiento del resultado después de una lesión cerebral aguda. Por lo tanto, se justifica la monitorización y el tratamiento oportuno del compromiso de la oxigenación cerebral tanto en la población de la unidad de cuidados intensivos neurológicos como en la general.

Se han propuesto varias herramientas para la evaluación de la oxigenación cerebral, incluidos los métodos no invasivos/invasivos o indirectos/directos, como la saturación venosa yugular de oxígeno (SjO2), la tensión parcial de oxígeno en el tejido cerebral (PtiO2), la espectroscopia de infrarrojo cercano (NIRS), el Doppler transcraneal, la electroencefalografía y la tomografía computarizada.

En este manuscrito, nuestro objetivo es revisar la fisiopatología de la oxigenación cerebral, describir las técnicas de monitorización y generar recomendaciones para evitar la hipoxia cerebral en entornos con baja disponibilidad de recursos para la monitorización directa del oxígeno cerebral.

Academia Nacional de Medicina