Christoph C Lees, et al. Revista americana de obstetricia y ginecología, 226(3), 366–378. https://doi.org/10.1016/j.ajog.2021.11.1357
Recopilado por Carlos Cabrera Lozada. Miembro Correspondiente Nacional, ANM puesto 16. ORCID: 0000-0002-3133-5183. 13/04/2022
Resumen
Este estudio revisó la literatura sobre el diagnóstico, la vigilancia antes del parto y el tiempo de parto de fetos sospechosos de ser pequeños para la edad gestacional o el crecimiento restringido. Varias directrices han sido emitidas por las principales organizaciones profesionales, incluida la Sociedad Internacional de Ultrasonido en Obstetricia y Ginecología y la Sociedad de Medicina Materno-Fetal. Las diferencias en las recomendaciones, en particular sobre la velocimetría Doppler del conducto venoso y la arteria cerebral media, han creado confusión entre los médicos, y esta revisión ha tenido la intención de aclarar y resaltar la evidencia disponible que es pertinente para el tratamiento clínico. Un feto que es pequeño para la edad gestacional se define con frecuencia como uno con un peso fetal estimado de < percentil 10. Esta condición se ha considerado sindrómica y se ha atribuido con frecuencia a la restricción del crecimiento fetal, un feto constitucionalmente pequeño, infecciones congénitas, anomalías cromosómicas o afecciones genéticas. Pequeño para la edad gestacional no es sinónimo de restricción del crecimiento fetal, que se define por la desaceleración del crecimiento fetal determinada por un cambio en la velocidad de crecimiento fetal. Un índice de pulsatilidad Doppler anormal de la arteria umbilical refleja una mayor impedancia al flujo en la circulación umbilical y se considera un indicador de enfermedad placentaria. El hallazgo combinado de un peso fetal estimado del percentil <10 y la velocimetría Doppler anormal de la arteria umbilical ha sido ampliamente aceptado como indicativo de restricción del crecimiento fetal. Los estudios clínicos han demostrado que la edad gestacional en el momento del diagnóstico se puede utilizar para subclasificar la sospecha de restricción del crecimiento fetal en temprano y tarde, dependiendo de si la afección se diagnostica antes o después de las 32 semanas de gestación. El tipo temprano se asocia con anomalías Doppler de la arteria umbilical, mientras que el tipo tardío a menudo se asocia con un bajo índice de pulsatilidad en la arteria cerebral media. Un gran ensayo clínico aleatorizado indicó que en el contexto de la sospecha temprana de restricción del crecimiento fetal, la combinación de cardiotocografía computarizada y Doppler del conducto venoso fetal mejora los resultados, de modo que el 95% de los bebés sobrevivientes tienen un resultado normal del desarrollo neurológico a los 2 años de edad. Un índice de pulsatilidad de la arteria cerebral media baja se asocia con un resultado perinatal adverso en la restricción tardía del crecimiento fetal; sin embargo, no hay evidencia que respalde su uso para determinar el momento de la entrega. Sin embargo, una anomalía en el Doppler de la arteria cerebral media podría ser valiosa para aumentar la vigilancia del feto en riesgo. Proponemos que el tamaño fetal, la tasa de crecimiento, los índices Doppler uteroplacentarios, la cardiotocografía y las condiciones maternas (es decir, hipertensión) según la edad gestacional son factores importantes para optimizar el resultado de la sospecha de restricción del crecimiento fetal.