Dimitriadis, E., Rolnik, D.L., Zhou, W. et al. Preeclampsia. Nat Rev Dis Primers 9, 8 (2023). https://doi.org/10.1038/s41572-023-00417-6
Recopilado por Carlos Cabrera Lozada. Miembro Correspondiente Nacional, ANM puesto 16. ORCID: 0000-0002-3133-5183. 22/02/2022
Resumen
La preeclampsia es una enfermedad potencialmente mortal del embarazo exclusiva de los seres humanos y una de las principales causas de morbilidad y mortalidad materna y neonatal. Las mujeres que sobreviven a la preeclampsia tienen una esperanza de vida reducida, con mayores riesgos de accidente cerebrovascular, enfermedad cardiovascular y diabetes, mientras que los bebés de un embarazo preeclámptico tienen mayores riesgos de parto prematuro, muerte perinatal y discapacidad del desarrollo neurológico y enfermedad cardiovascular y metabólica más adelante en la vida. La preeclampsia es una enfermedad multisistémica compleja, diagnosticada por hipertensión de inicio repentino (>20 semanas de gestación) y al menos otra complicación asociada, incluyendo proteinuria, disfunción orgánica materna o disfunción uteroplacentaria. La preeclampsia se encuentra solo cuando una placenta está o estuvo presente recientemente y se clasifica como prematuro (parto <37 semanas de gestación), término (parto ≥37 semanas de gestación) y preeclampsia posparto. El síndrome materno de preeclampsia es impulsado por una placenta disfuncional, que libera factores en la sangre materna causando inflamación sistémica y disfunción endotelial materna generalizada. Los tratamientos disponibles se dirigen a la hipertensión materna y las convulsiones, pero la única «cura» para la preeclampsia es la expulsión de la placenta disfuncional y el bebé, a menudo prematuramente. A pesar de décadas de investigación, la etiología de la preeclampsia, particularmente de la preeclampsia a término y posparto, sigue estando mal definida. Se han logrado avances significativos en la predicción y prevención de la preeclampsia prematura, que se predice en el embarazo temprano a través del cribado combinado y se previene con dosis bajas diarias de aspirina, comenzando antes de las 16 semanas de gestación. Por el contrario, la predicción de la preeclampsia a término y posparto es limitada y no existen tratamientos preventivos. Los estudios de investigación futuros deben investigar la patogénesis de la preeclampsia, en particular de la preeclampsia a término y posparto, y evaluar nuevas pruebas y tratamientos pronósticos en ensayos clínicos con poder estadístico adecuado.