Norman, Jane et al. «Recomendaciones de buenas prácticas de la FIGO sobre el uso de corticosteroides prenatales para mejorar los resultados y minimizar el daño en los bebés nacidos prematuros». Revista internacional de ginecología y obstetricia: órgano oficial de la Federación Internacional de Ginecología y Obstetricia vol. 155,1 (2021): 26-30. DOI: 10.1002/ijgo.13836
Recopilado por Carlos Cabrera Lozada. Miembro Correspondiente Nacional, ANM puesto 16. ORCID: 0000-0002-3133-5183. 16/10/2023
Resumen
Para las mujeres con un embarazo único o múltiple en situaciones en las que la atención neonatal activa es apropiada, y para quienes se anticipa un parto prematuro entre las semanas 24 y 34 de gestación, lo ideal es ofrecer un ciclo de corticosteroides prenatales de 18 a 72 horas antes de que se espere un parto prematuro para mejorar los resultados del bebé. Sin embargo, si se espera un parto prematuro dentro de las 18 h, se deben administrar corticoides prenatales. Un ciclo de corticosteroides incluye dos dosis de acetato/fosfato de betametasona con 12 mg IM con 24 h de diferencia, o dos dosis de fosfato de dexametasona con 12 mg IM con 24 h de diferencia. En las mujeres en las que se espera un parto prematuro dentro de las 72 horas y que han recibido un ciclo de corticosteroides más de una semana antes, se podría administrar un solo ciclo adicional de corticosteroides prenatales con riesgo de parto inminente. Los corticosteroides prenatales no deben ofrecerse de forma rutinaria a las mujeres en las que se prevé un parto prematuro tardío entre las semanas 34 y 36. Además, los corticosteroides prenatales no deben administrarse de forma rutinaria antes del parto por cesárea a término. Tampoco se deben administrar corticoides prenatales «por si acaso». En cambio, la administración prenatal de esteroides debe reservarse para las mujeres para las que se espera un parto prematuro dentro de no más de 7 días, según los síntomas de la mujer o una prueba predictiva precisa.