En su artículo de esta revista, Li y sus colegas3 proporcionan una descripción clínica y epidemiológica detallada de los primeros 425 casos reportados en el epicentro del brote: la ciudad de Wuhan en la provincia de Hubei, China. Aunque esta información es crítica para informar la respuesta adecuada a este brote, como señalan los autores, el estudio enfrenta la limitación asociada con informar en tiempo real la evolución de un patógeno emergente en sus primeras etapas. No obstante, de este informe emerge un grado de claridad. La mediana de edad de los pacientes fue de 59 años, con una mayor morbilidad y mortalidad entre los ancianos y entre aquellos con afecciones coexistentes (similar a la situación con influenza); El 56% de los pacientes eran varones. Es de destacar que no hubo casos en niños menores de 15 años. O los niños tienen menos probabilidades de infectarse, lo que tendría importantes implicaciones epidemiológicas, o sus síntomas eran tan leves que su infección escapó a la detección, lo que tiene implicaciones para el tamaño del denominador de las infecciones comunitarias totales. https://www.nejm.org/doi/full/10.1056/NEJMe2002387?query=TOC
Artículo de Li y colegas
Sobre la base de esta información, existe evidencia de que se ha producido una transmisión de persona a persona entre contactos cercanos desde mediados de diciembre de 2019. Se requerirán esfuerzos considerables para reducir la transmisión para controlar brotes si se aplican dinámicas similares en otros lugares. Deben implementarse medidas para prevenir o reducir la transmisión en poblaciones en riesgo. (Financiado por el Ministerio de Ciencia y Tecnología de China y otros). https://www.nejm.org/doi/full/10.1056/NEJMoa2001316?query=TOC
Interesante !!
Gracias por el interés!