Créditos.
Contenido.
Prólogo.
La Academia Nacional de Medicina pone a la disposición de los Académicos y público en general, el Volumen VI de la Colección Razetti. Esta Colección ha sido realizada para homenajear a nuestro Fundador y primer Secretario Doctor Luis Razetti Martínez, quien ejerció este cargo entre 1904 y 1924. Este volumen será, en su mayor parte, dedicado a las contribuciones humanísticas y epidemiológicas que nuestros Académicos han presentado en las reuniones ordinarias de los días jueves.
Plan de la Academia Nacional de Medicina. Prioridades de estudio en la Salud Colectiva e Individual 2008 – 2010. Dr. Antonio Clemente Heimerdinger, Dr. José Antonio Ravelo Celis, Dr. Leopoldo Briceño-Iragorry, Dr. Claudio Aoün, Dr. Guillermo Colmenares Arreaza.
Nuestro objetivo es mantener al ser humano sano, por esta razón insistimos en la nutrición, la cultura física y los hábitos de vida saludables. Venezuela aspira una atención médica y una seguridad social universales, manteniendo los indicadores de salud en condiciones óptimas. Debemos lograr una coordinación de las acciones en salud de las Facultades y Escuelas de Medicina, el Ministerio del Poder Popular para la Salud, el Instituto Venezolano de los Seguros Sociales, la Red de Sociedades Científicas, la Federación Médica Venezolana y los Colegios de Médicos, así como de las profesiones afines (bioanálisis, enfermería, farmacia, nutrición, odontología y otras, que son parte de la medicina organizada. Hacemos una breve descripción de los factores condicionantes y determinantes siguiendo a Lafranboise y Lalonde (1979) Canadá, y de Venezuel como país. La epidemiología moderna es vista como el instrumento ideal para observar la realidad y proyectar acciones de salud.
Doctores en Ciencias Médicas egresados de la Universidad Central de Venezuela desde 1785 – 2007. Dr. Guillermo Colmenares Arreaza, Dr. José Enrique López, Dr. Leopoldo Briceño-Iragorry.
La Universidad Central de Venezuela otorgó el título de Doctor en Ciencias Médicas hasta el año de 1946, a aquellos estudiantes que finalizaban los estudios de medicina, quienes después de aprobar el examen integral, presentaban una Tesis de Grado ante un Jurado de tres Profesores y luego de aprobar estas pruebas de estricto cumplimiento legal, recibían dicho Título. Posteriormente a ese año, el Título que ha otorgado la Universidad Central es el de Médico Cirujano, quienes después de algunos años de graduados, previa presentación del plan de trabajo y sugerencia del nombre del tutor o tutores ante las autoridades universitarias, recibían respuestas por escrito de la autorización y el tiempo en que debía presentar dicha tesis para la designación del jurado examinador, y en caso de ser aprobada se le otorgaba el título de Doctor en Ciencias Médicas. Ya para el año de 1977 el Consejo Universitario decide eliminar ese procedimiento e implementar uno nuevo, más exigente, delegando en la Comisión Central de Postgrado de cada Facultad el reglamentar dicho doctorado, pero no es sino hasta el año de 1996 cuando el Consejo de la Facultad de Medicina aprueba dicho reglamento denominado: Estudios Individualizados de Maestría y Doctorado.
Antonio José de Sucre. De Cumaná a Berruecos. Dr. César Aure Tulene
La personalidad del Mariscal Sucre, se corresponde con la de una persona introvertida: austero, agudo, observador y circunspecto. Reía difícil y momentáneamente. Modesto, amable y reflexivo. Ajeno a demostraciones ruidosas en circunstancias de cólera, alegría o pesar. Prudente y previsivo; sereno en situaciones de peligro, clemente en caso de atacar a su persona, humanitario en la victoria y duro en el mantenimiento de la disciplina e inflexible ante el más ligero descuido del honor público.
La medicina árabe II. El clínico Rhazes. Dr. Leopoldo Briceño-Iragorry
Las realizaciones de la medicina árabe representan una de las manifestaciones más importantes y más fructíferas dentro de esa maravillosa civilización que floreció durante siete siglos. En lo que sigue haremos un esbozo resumido del tema, destacando los datos histórico-geográficos generales sobre el teatro en que actuaron las corriente científico-culturales y el personaje del que nos vamos a ocupar.
El Arte del Barroco VI.- Barroco Peruano 1.- Culturas indígenas peruanas prehispánicas. Drs. José Enrique López, Myriam Marcano Torres, José Enrique López Salazar, Yolanda López Salazar, Humberto Fasanalla, José Enrique López García.
Estudiaremos en primer lugar las culturas indígenas más importantes que florecieron en el Perú antes de la llegada de los españoles, y analizaremos los diferentes períodos; Formativo, Estados regionales tempranos, Horizonte medio y Estados regionales tardíos, posteriormente entraremos, en otra presentación y publicación, a analizar El Tahuantinsuyo: Imperio Inca (s. XV – 1532), la evangelización y el Barroco Peruano.
Medicina y médicos en El Quijote. Dr. Raúl Soulés Baldó
El Quijote es, entre otras muchas cosas, el compendio de sabiduría práctica más admirable que jamás se haya escrito y que escribirse pueda. A este respecto constituye un reflejo fiel de la amplitud de los conocimientos y de la hondura del criterio de su insigne autor, a quien puede considerarse como paradigma de la egregia estirpe intelectual del humanista, por desgracia cada vez más rara en nuestros días caracterizados por la masificación del hombre y el auge de la máquina. Del bagaje de esa sabiduría no sólo forma parte la medicina, sino que ésta reviste tanta preponderancia por la densidad de los conceptos que con ella se relacionan, y la precisión de ciertas patografías que desde el primer momento cautivó el interés de los galenos que lo fueron leyendo y analizando.
Raúl Soulés Baldó, en su centenario. Dr. Leopoldo Briceño-Iragorry.
Difícil en tan poco tiempo hablar de este Ilustre médico Académico venezolano con motivo de su centenario. Este notable médico venezolano, nacido en San Cristóbal, estado Táchira un 28 de febrero de 1907, hijo de Raúl Soulés Bernizat, caballero francés y de doña Trina Baldó Jara, distinguida dama barinesa; por el lado de su madre era tataranieto de un descendiente de don Sancho Briceño, Nicolás Pulido Briceño. Perteneció al grupo de emigrados del 28 y por ende compañero de mi padre Leopoldo Briceño Iragorry, Jorge González Celis, Antonio Domínguez, Carlos Gil Yepez, entre otros. Fue un distinguido neumonólogo y atildado escritor y periodista; político; músico de amplia y variada cultura; de buen hablar y mejor escribir.
Pedro B. Castro B. La neurología como objetivo de vida. Drs. Julio Borges, Abraham Krivoy.
En 1928, el Dr. Castro viaja a Francia donde se inscribe en la Universidad de París y en 1936 culmina sus estudios médicos; se interesa especialmente por la neurología y escribe su Tesis Doctoral titulada, “Síndromes Parkinsonianos” bajo la dirección del Profesor Dr. George Guillain. Era la época en que París y especialmente la Salpetriere, constituían un centro de atracción donde convergían neurólogos del mundo. A su regreso a Venezuela, la realidad que encuentra el Dr. Castro en lo que respecta a la neurología, contrasta, dolorosamente, con lo vivido en Francia; el propio Dr. Castro en su discurso de incorporación a la Academia en 1961 afirma, “Podemos decir que la neurología ejercida en sus comienzos con la psiquiatría se inicia en el país, como especialidad, a partir de la tercera década del siglo actual, en el ejercicio privado de algunos profesionales y tan sólo, en nuestra ciudad capital”. En ese mismo discurso al esbozar la evolución histórica de la neurología en Venezuela enumera, cuidadosamente, los trabajos publicados hasta la fecha de su incorporación.
Doctor Ernesto Vizcarrondo, con motivo del centenario de su nacimiento. Dr. Ladimiro Espinoza León.
Hablar del Maestro Ernesto Vizcarrondo en un breve resumen, solo puede ser elaborado por insignes alumnos de la Cátedra de Puericultura y Pediatría representantes de esta especialidad médica, como Francisco Miranda Ruiz, Leopoldo Briceño-Iragorry, José Francisco y Alberto Reverón, Expresidente de la Sociedad Venezolana de Pediatría y Puericultura, a quienes pido disculpas por mi atrevimiento en esta Asamblea Extraordinaria de hoy 6 de marzo de 2008; y agradezco al Presidente y demás Miembros de la Junta Directiva de la Academia de Medicina de Venezuela, darme este gran momento por corresponderme a mí, Ladimiro Espinoza León, ocupar actualmente el Sillón XXI.
Leopoldo Briceño Iragorry en su centenario. Dr. Carlos A. Hernández H.
Hacer la exaltación del profesor, Leopoldo Briceño Iragorry, regocija mi intimidad; analizar su calidad humana, los destellos de su personalidad, su fructífero rendimiento científico y sus dotes de Maestro, de conocimientos y conductas, se transforma en una honrosa empresa, aun que resumir tantos valores en un tiempo corto, no es un trabajo de fácil realización. El ilustre Académico desaparecido, nació en la ciudad de Trujillo, el 4 de marzo de 1908, en el hogar de Don Jesús Briceño y de la Sra. María Iragorry Briceño; en su protector hogar aprendió: Prudencia, disciplina, tenacidad y temple para afrontar las situaciones adversas, al igual que sus hermanos: Mario, Omar, Marco Antonio y Graciella. Su principal labor fue la docencia, alcanzó el grado de Profesor Titular y Jefe de la Cátedra de Bacteriología y Parasitología en la Universidad Central de Venezuela de 1933 a 1937. La Bacteriología y Microbiología fueron sus campos de investigación y divulgación más eficientes, así como sus respectivas aplicaciones a la salud del venezolano. Lo conocí cuando comenzamos a recibir las enseñanzas de su Cátedra en 1947. En el antiguo local donde funcionó el Liceo Andrés Bello: de San Lázaro a Puente Victoria, donde funcionaban las Cátedras de: Medicina Tropical, regentada por el profesor Félix Pifano; Fisiología, dirigida por el Dr. Humberto García Arocha y donde descollaba el profesor Augusto Pi Suñer; la Cátedra de Farmacología conducida por el Dr. Marcel Granier, y otras más que sería largo mencionarlas, las que hicieron lo que tenían que hacer.
Doctor José Antonio O’Daly Sierraille, en su centenario. Dr. José A. Ravelo Celis.
Resumir en pocos minutos la fecunda vida profesional, científica, docente y la personalidad del Académico Dr. José Antonio O’Daly Sierraille constituye un verdadero reto. Tal lo afirma su más distinguido discípulo, amigo y biógrafo, el Académico Profesor Doctor Blas Bruni Celli, al que quiero ante todo agradecer su valiosa y generosa colaboración con mi desempeño de hoy. El Profesor Doctor José Antonio O’Daly Sierraille fue el primero en ocupar el Sillón XXXIII de esta Academia, después de la muerte del maestro Dr. Francisco Antonio Rísquez en 1941. José Antonio O’Daly es el iniciador de la Anatomía Patológica en Venezuela. Fundador del primer servicio hospitalario de esta disciplina en el país, en el Hospital Vargas, Primer Director del Instituto de Anatomía Patológica de la Ciudad Universitaria el cual lleva su nombre, primer Profesor de Anatomía Patológica cuando esta materia se consolida en el pensum de medicina y definitivamente el indiscutible fundador de la especialidad en Venezuela y quien tuvo que “luchar duramente por imponerla en un ambiente profesional no habituado a la utilización y credibilidad de este importante recurso diagnóstico” (B.B.C).y yo añado, en una época en que los errores clínicos no toleraban bien las verdades reveladas por la Anatomía Patológica.
O’Daly publicó numerosos trabajos científicos, más de cuarenta, sobre temas de su especialidad y observaciones personales.
Breve recuento histórico de la Cruz Roja Venezolana, del Hospital “Carlos J. Bello” y del posgrado de cirugía general. Drs. Pedro Manrique Lander, Leoncio Pérez Magallanes, José Vásquez Zerpa, Nahir Castillo Natera, Katyana Álvarez Rivas, Pedro Zerpa Díaz.
En su libro, Yépez Castillo nos narra los orígenes de la Cruz Roja en Venezuela. Su fundación y puesta en marcha se deben al empuje e iniciativa de su primer presidente, Sir Vincent Kennett Barrington, nacido en 1844, en Bagni di Lucca de la Región Toscana de Italia, pero hijo de ingleses con ascendencia irlandesa. Desde joven tuvo contacto con el Comité Internacional de la Cruz Roja de Ginebra y participó en varias guerras en Europa y Asia como uno de sus comisionados en la organización de hospitales, cuerpos de ambulancias y socorro a los heridos y enfermos. Recibió en 1886 de manos de la Reina Victoria de Inglaterra el título de Sir, por tan valiosos servicios prestados a sus semejantes. En 1890, Sir Barrington, quien era políglota, deportista y excursionista infatigable, abogado y empresario (egresado como litigante de Cambridge y promotor en Venezuela de la fundación de la Cámara de Comercio), se trasladó a Sudamérica, primero a Brasil y luego a Argentina donde contribuyó a la creación de su Cruz Roja. Llegó a Venezuela bajo el gobierno del general Joaquín Crespo y fundó la Sociedad Venezolana de la Cruz Roja el 30 de enero de 1895, en el marco de las celebraciones en conmemoración del centenario del nacimiento del Gran Mariscal de Ayacucho, Antonio José de Sucre. La actual sede del hospital inicia su historia con su edificación en 1893, apadrinada e inaugurada por el entonces presidente de Venezuela Joaquín Crespo. Funcionaba en sus instalaciones el Hospital de Niños, también conocido como Hospital Linares en honor a su promotor, el filántropo banquero Juan Esteban Linares. Al poco tiempo pasó a ser Hospital Militar y Naval. En 1936, el instituto fue reinaugurado con la asistencia del entonces presidente de Venezuela general Eleazar López Contreras, posterior a una remodelación, dotación médico-quirúrgica moderna yuna reorganización sustantiva de sus servicios acorde a las necesidades