Excepción al consentimiento informado en ensayos pediátricos

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Jay R. Malone, et al. doi:10.1001/jamapediatrics.2025.1324

Recopilado por Carlos Cabrera Lozada. Individuo de Número, ANM Sillón VII. ORCID: 0000-0002-3133-5183. 03/06/2025

Resumen

La Regla Común, adoptada en 1991, reforzó la clasificación de los niños como población vulnerable en la investigación, basándose en marcos éticos anteriores, como el Informe Belmont (1979). Estos estándares éticos reconocen la posición única de los niños como participantes en la investigación y la necesidad de consideraciones especiales bajo la supervisión de las juntas de revisión institucional (JRI). A pesar del papel fundamental que desempeña la investigación pediátrica en la mejora de la salud infantil, existen barreras significativas, como se destaca en la declaración de política de la Academia Americana de Pediatría de 2014 que promueve la investigación. 1 El trauma pediátrico sigue siendo un área poco estudiada, y una en la que las barreras regulatorias dificultan especialmente la investigación. En ausencia de datos de alta calidad, las directrices sobre trauma pediátrico a menudo se extrapolan a partir de datos de adultos, pero esta práctica es potencialmente defectuosa porque los niños difieren de los adultos anatómica y fisiológicamente. Además, los sistemas hemostático, inmunitario e inflamatorio no son estáticos y se ven afectados por el desarrollo y la maduración. Se necesitan datos específicos de pediatría para abordar las brechas críticas de conocimiento y mejorar la atención de los niños con lesiones.

Academia Nacional de Medicina