Beca “JOSÉ GREGORIO HERNÁNDEZ” de la Academia Venezolana de Medicina en Pembroke College, Universidad de Oxford

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Francisco Kerdel-Vegas, Academia Nacional de Medicina, Caracas, Venezuela, María Isabel Plaza, Instituto Dermatológico, Centro Profesional Sta. Paula, Caracas, Venezuela, Pedro Ignacio Carvallo, Jefe del Servicio de Tumores Óseos, Hospital de Servicios de Oncología, Instituto Venezolano de Seguridad Social, Caracas, Venezuela, Leonardo Lustgarten, Departamento de Neurocirugía Hospital Clínicas, Caracas, Caracas, Venezuela. DOI: 10.15761/GOD.1000S002

Resumen

La idea de ampliar sus conocimientos médicos viajando al extranjero, a países remotos y más avanzados o al lugar de origen de maestros inspirados en la creatividad y con logros bien establecidos, existe desde hace mucho tiempo en la profesión médica. Basta recordar el ejemplo de Galeno quien en el siglo II, al completar sus estudios de medicina en Pérgamo, su lugar de nacimiento, se mudó a Alejandría en su búsqueda de sabiduría y experiencia adicionales. Esta idea ha estado profundamente arraigada en nuestra profesión que no hace distinciones en cuanto a fronteras geográficas, políticas, ideológicas o culturales para el avance de nuestro campo y el uso del conocimiento, independientemente de dónde se desarrolle ese conocimiento creativo e inspirador. 

No es sorprendente que este ejemplo fuera seguido por todas las generaciones posteriores de médicos, en particular el grupo de élite que eligió la academia y la investigación como su objetivo final. Un ejemplo de ello es el del Dr. José Gregorio Hernández (1864-1919), cuyo nombre inspiró el programa de becas que aquí se analiza.

La memoria del Dr. José Gregorio Hernández está viva no sólo en Venezuela sino también en los países vecinos. Se le recuerda como un gran médico, científico, profesor, académico y filántropo, de profundas convicciones religiosas. «Es célebre por su compasión, generosidad, rectitud y servicio a los pobres. Su vida fue un testimonio vivo de santidad al punto que muchos latinoamericanos lo consideran santo, aunque aún no ha sido beatificado por la Iglesia Católica” ( Wikipedia).

Academia Nacional de Medicina