Mario Comegna, et al. https://doi.org/10.1016/j.tmaid.2023.102599
Recopilado por Carlos Cabrera Lozada. Miembro Correspondiente Nacional, ANM puesto 16. ORCID: 0000-0002-3133-5183. 22/08/2024
Resumen
Estimado editor:
Si bien América Latina ha mejorado su capacidad para enfrentar nuevas amenazas epidémicas tras la pandemia de COVID-19 [1], la región ya ha confirmado al menos 27 706 casos de viruela símica hasta el 31 de mayo de 2023 [2]. La epidemia actual ha afectado principalmente a los HSH con múltiples parejas. Además, entre el 24 y el 47 % de las personas diagnosticadas con la infección por viruela símica viven con el VIH, y la mayoría de las que no tienen el VIH reciben profilaxis previa a la exposición [3]. En Venezuela, el primer caso de viruela símica se notificó el 12 de junio de 2022, en un hombre de 32 años que había regresado de Barcelona (España) el 6 de junio de 2022. Se recolectaron hisopos de las lesiones y de la región nasal y se enviaron al Instituto Nacional de Higiene «Rafael Rangel» de Venezuela, lo que resultó en una prueba de qPCR de ADN viral MPXV positiva [4]. A pesar de la mejora de la infraestructura venezolana para la vigilancia epidemiológica molecular después de la pandemia, la detección de casos probables y presuntos de viruela símica sigue siendo limitada. Hasta la fecha, solo se han reportado 12 casos de viruela símica en Venezuela, y la información sobre los casos de viruela símica en el país es escasa. En este trabajo se presentan datos sociodemográficos, conductuales y clínicos de cuatro casos confirmados de viruela símica, que representan la primera serie de casos que conocemos en Venezuela.
Se registraron los perfiles demográficos, clínicos y paraclínicos de cuatro casos de viruela símica en hombres que viven con el VIH, que se resumen en Tabla 1. Los pacientes tenían una edad promedio de 26 años y fueron identificados como HSH. Todos los pacientes fueron diagnosticados con VIH y estaban recibiendo tratamiento antirretroviral con cargas virales indetectables, excepto un paciente que fue diagnosticado simultáneamente con infección por VIH y viruela símica. Todos los pacientes presentaron lesiones mucocutáneas, más comúnmente en los genitales (n = 3), las extremidades corporales (n = 3) y el área perianal (n = 3) (Figura 1). Los síntomas sistémicos más comunes fueron prurito (n = 4), linfadenopatías (n = 3), fiebre (n = 3) y fatiga (n = 2). Un paciente refirió dolor rectal y su anoscopia mostró proctitis. Ninguno de los pacientes presentaba dolor de garganta, edema peneano o lesiones orales. Todos los casos se manejaron con estricto aislamiento ambulatorio y tratamiento sintomático (por prurito y dolor). No se administró ninguna terapia antiviral y no se produjeron superinfecciones. Las lesiones se resolvieron en un promedio de 12 días, pero un paciente desarrolló una úlcera peneana. Todos los pacientes se recuperaron por completo.