
El desarrollo de la vacuna SARS-CoV-2 plantea grandes desafíos, entre ellos el hecho que aunque la proteína espiga del virus es un inmunógeno prometedor para protección, optimizar el diseño del antígeno es crítico para garantizar una inmunidad óptima respuesta…
Nota. Este problema ya lo resolvió el consorcio de Harvard-Janssen, publicado en Science el 20/5/2020. Verlo en este mismo sitio web: https://drive.google.com/file/d/1DVoSR9feydWawGI8I2EAvskasOVZ2iyP/view?usp=sharing