Suchitra Rao, MBBS, MSCS, JAMA. Publicado en línea el 21 de agosto de 2024. doi:10.1001/jama.2024.13551
Recopilado por Carlos Cabrera Lozada. Miembro Correspondiente Nacional, ANM puesto 16. ORCID: 0000-0002-3133-5183. 23/08/2024
Resumen
La pandemia de COVID-19 ha tenido consecuencias devastadoras a nivel mundial, y las consecuencias inmediatas y a corto plazo de la infección por SARS-CoV-2 han sido bien descritas. Aunque la mayoría de las personas se recuperan, muchas sufren efectos más duraderos, denominados COVID prolongado, afección post-COVID o secuelas posagudas del SARS-CoV-2 (PASC). El PASC se compone de una colección heterogénea de síntomas y afecciones que pueden afectar prácticamente a cualquier sistema de órganos, con manifestaciones comunes que incluyen fatiga, tos, malestar general y dolor. 1,2 Las personas con mayor riesgo de COVID prolongado incluyen a las mujeres, las hospitalizadas debido a COVID-19 agudo,3,4 y las personas con comorbilidades subyacentes. 5-8 Se han propuesto varias hipótesis para explicar la fisiopatología subyacente, que probablemente sea multifactorial, incluyendo la desregulación inmunitaria, la autoinmunidad y la impresión inmunitaria, la coagulación microvascular con disfunción endotelial y el deterioro de la señalización neurológica. 9,10