Adrián Sánchez-Montalva, et al. doi: https://doi.org/10.1101/2022.01.29.22270016
Recopilado por Carlos Cabrera Lozada. Miembro Correspondiente Nacional, ANM puesto 16. ORCID: 0000-0002-3133-5183. 03/02/2022
Resumen
Antecedentes: Casi dos años después del inicio de la pandemia de COVID-19 no se ha adoptado generalmente ningún algoritmo predictivo, ni se han identificado nuevas pruebas para mejorar la predicción y el manejo de la infección por SARS-CoV-2. Métodos: Análisis observacional retrospectivo del rendimiento predictivo de parámetros clínicos y pruebas de laboratorio en pacientes hospitalizados con COVID-19. Los resultados fueron la supervivencia a 28 días y la gravedad máxima en una cohorte de 1.579 pacientes y dos cohortes de validación de 598 y 434 pacientes. Un estudio piloto realizado en un subgrupo de pacientes midió 17 citoquinas y 27 fenotipos de linfocitos para explorar pruebas de laboratorio predictivas adicionales. Hallazgos: 1) A pesar de una fuerte asociación de 22 variables clínicas y de laboratorio con los resultados, su poder de predicción conjunta fue limitado debido a la redundancia. 2) Ocho variables: edad, índice de comorbilidad, saturación de oxígeno a fracción de la relación de oxígeno inspirado, relación neutrófilo-linfocito, proteína C reactiva, relación aspartato aminotransferasa/alanina aminotransferasa, fibrinógeno y tasa de filtración glomerular capturaron la mayor parte del poder predictivo estadístico. 3) Se mejoró la interpretación de las variables clínicas y de laboratorio agrupándolas en categorías. 4) Las pruebas relacionadas con la edad y el daño a los órganos fueron los mejores predictores de supervivencia, y las pruebas relacionadas con la inflamación fueron los mejores predictores de gravedad. 5) El estudio piloto identificó varias pruebas inmunológicas (incluido el ligando de quimiocina 10, el ligando de quimiocina 2 y el antagonista del receptor de interleucina 1), que funcionaron mejor que las pruebas utilizadas actualmente. Conclusiones: Las pruebas utilizadas actualmente para el manejo clínico de pacientes con COVID 19 tienen un valor limitado debido a la redundancia, ya que todas miden aspectos de dos procesos principales: inflamación y daño a los órganos. No hay predictores independientes basados en la calidad de la respuesta inmune adaptativa naciente. Comprender las limitaciones de las pruebas actuales mejoraría su interpretación y simplificaría los protocolos de manejo clínico. Una búsqueda sistemática de mejores biomarcadores es urgente y factible.