Rogers, Jonathan P et al. «Presentaciones psiquiátricas y neuropsiquiátricas asociadas con infecciones graves por coronavirus: una revisión sistemática y un metanálisis con comparación con la pandemia de COVID-19». La lanceta. Psiquiatría vol. 7,7 (2020): 611-627. doi:10.1016/S2215-0366(20)30203-0
Recopilado por Carlos Cabrera Lozada. Director del postgrado de Medicina Materno Fetal. Universidad Central de Venezuela. ORCID: 0000-0002-3133-5183. 14/09/2021
Resumen
Fondo
Antes de la pandemia de COVID-19, los coronavirus causaron dos brotes notables: el síndrome respiratorio agudo severo (SARS), que comenzó en 2002, y el síndrome respiratorio de Oriente Medio (MERS), que comenzó en 2012. El objetivo fue evaluar las presentaciones psiquiátricas y neuropsiquiátricas de SARS, MERS y COVID-19.
Métodos
En esta revisión sistemática y metanálisis, dos investigadores independientes buscaron en MEDLINE, Embase, PsycINFO y las bases de datos Cumulative Index to Nursing and Allied Health Literature (desde su inicio hasta el 18 de marzo de 2020), y medRxiv, bioRxiv y PsyArXiv (entre el 1 de enero de 2020 y el 10 de abril de 2020) todos los estudios o preprints en inglés que informaran datos sobre las presentaciones psiquiátricas y neuropsiquiátricas de individuos con sospecha o infección por coronavirus confirmada por laboratorio (coronavirus SARS, coronavirus MERS o coronavirus SARS 2). Se excluyeron los estudios limitados a complicaciones neurológicas sin presentaciones neuropsiquiátricas especificadas y los que investigaron los efectos indirectos de las infecciones por coronavirus en la salud mental de los pacientes que no están infectados, como los mediados por medidas de distanciamiento físico como el autoaislamiento o la cuarentena. Los resultados fueron signos o síntomas psiquiátricos; gravedad de los síntomas; diagnósticos basados en la CIE-10, el DSM-IV o la Clasificación China de Trastornos Mentales (tercera edición) o escalas psicométricas; calidad de vida; y empleo. Tanto la revisión sistemática como el metanálisis estratificaron los resultados en todas las etapas de la enfermedad (aguda vs post-enfermedad) para el SARS y el MERS. Se utilizó un modelo de efectos aleatorios para el metanálisis, y el tamaño del efecto metaanalítico fue la prevalencia para los resultados relevantes, I2 estadísticas y evaluación de la calidad de los estudios.
Resultados
Los estudios de 1963 y 87 preprints fueron identificados por la búsqueda sistemática, de los cuales 65 estudios revisados por pares y siete preprints cumplieron con los criterios de inclusión. El número de casos de coronavirus de los estudios incluidos fue de 3559, con un rango de 1 a 997, y la edad media de los participantes en los estudios varió de 12,2 años (DE 4,1) a 68,0 años (informe de caso único). Los estudios fueron de China, Hong Kong, Corea del Sur, Canadá, Arabia Saudita, Francia, Japón, Singapur, el Reino Unido y los Estados Unidos. El tiempo de seguimiento para los estudios posteriores a la enfermedad varió entre 60 días y 12 años. La revisión sistemática reveló que durante la enfermedad aguda, los síntomas comunes entre los pacientes ingresados en el hospital por SARS o MERS incluyeron confusión (36 [27·9%; IC del 95%: 20,5–36,0] de 129 pacientes), estado de ánimo deprimido (42 [32,6%; 24,7–40,9] de 129), ansiedad (46 [35,7%; 27,6–44,2] de 129), deterioro de la memoria (44 [34,1%; 26,2–42,5] de 129), e insomnio (54 [41·9%; 22·5–50·5] de 129). La manía y la psicosis inducidas por esteroides se informaron en 13 (0,7%) de 1744 pacientes con SARS en la etapa aguda en un estudio. En la etapa posterior a la enfermedad, estado de ánimo deprimido (35 [10,5%; IC del 95%: 7,5–14,1] de 332 pacientes), insomnio (34 [12,1%; 8,6–16,3] de 280), ansiedad (21 [12,3%; 7,7–17,7] de 171), irritabilidad (28 [12,8%; 8,7–17,6] de 218), deterioro de la memoria (44 [18,9%; 14,1–24·2] de 233), fatiga (61 [19·3%; 15·1–23·9] de 316), y en un estudio se informaron con frecuencia recuerdos traumáticos (55 [30·4%; 23·9–37·3] de 181) y trastorno del sueño (14 [100·0%; 88·0–100·0] de 14). El metanálisis indicó que en la etapa posterior a la enfermedad la prevalencia puntual del trastorno de estrés postraumático fue del 32,2% (IC del 95%: 23,7–42,0; 121 de 402 casos de cuatro estudios), la de la depresión fue del 14,9% (12,1–18,2; 77 de 517 casos de cinco estudios) y la de los trastornos de ansiedad fue del 14,8% (11,1–19,4; 42 de 284 casos de tres estudios). 446 (76,9%; IC del 95%: 68,1–84,6) de 580 pacientes de seis estudios habían regresado al trabajo en un tiempo medio de seguimiento de 35,3 meses (DE 40,1). Cuando se examinaron los datos de los pacientes con COVID-19 (incluidos los datos de preimpresión), hubo evidencia de delirio (confusión en 26 [65%] de 40 pacientes de la unidad de cuidados intensivos y agitación en 40 [69%] de 58 pacientes de la unidad de cuidados intensivos en un estudio, y alteración de la conciencia en 17 [21%] de 82 pacientes que posteriormente murieron en otro estudio). Al alta, 15 (33%) de los 45 pacientes con COVID-19 que fueron evaluados tenían un síndrome disexecutivo en un estudio. En el momento de escribir este artículo, había dos informes de encefalopatía hipóxica y un informe de encefalitis. 68 (94%) de los 72 estudios fueron de calidad baja o media.