Deanna M. Minich , et al. Nutrientes 2022, 14(19), 3934; https://doi.org/10.3390/nu14193934
Recopilado por Carlos Cabrera Lozada. Miembro Correspondiente Nacional, ANM puesto 16. ORCID: 0000-0002-3133-5183. 21/01/2022
Resumen
La melatonina se ha convertido en un suplemento dietético popular, más conocido como cronobiótico, y para establecer un sueño saludable. La investigación durante la última década sobre el cáncer, la enfermedad de Alzheimer, la esclerosis múltiple, la fertilidad, el SOP y muchas otras afecciones, combinada con la pandemia de COVID-19, ha llevado a una mayor conciencia de la melatonina debido a su capacidad para actuar como un potente antioxidante, agente inmunoactivo y regulador mitocondrial. Existen claras similitudes entre la melatonina y la vitamina D en la profundidad y amplitud de su impacto en la salud. Ambos actúan como hormonas, afectan a múltiples sistemas a través de sus funciones inmunomoduladoras y antiinflamatorias, se encuentran en la piel y responden a la luz solar y la oscuridad. De hecho, puede haber similitudes entre la preocupación generalizada sobre la deficiencia de vitamina D como una «deficiencia de luz solar» y la reducción de la secreción de melatonina como resultado de la «deficiencia de oscuridad» por la sobreexposición a la luz azul artificial. La tendencia hacia un mayor uso de suplementos de melatonina ha dado lugar a la preocupación acerca de su seguridad, especialmente dosis más altas, uso a largo plazo, y la aplicación en ciertas poblaciones (por ejemplo, niños). Esta revisión tiene como objetivo evaluar los datos recientes sobre los mecanismos de la melatonina, sus usos clínicos más allá del sueño, las preocupaciones de seguridad y un resumen exhaustivo de las consideraciones terapéuticas relacionadas con la suplementación dietética, incluidos los diferentes formatos disponibles (animal, sintético y fitomelatonina), la dosis, el momento, las contraindicaciones y las combinaciones de nutrientes.