Mononucleosis infecciosa: una revisión actualizada

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Leung, Alexander K C et al. «Mononucleosis infecciosa: una revisión actualizada». Revisiones pediátricas actuales vol. 20,3 (2024): 305-322. DOI: 10.2174/1573396320666230801091558

Recopilado por Carlos Cabrera Lozada. Individuo de Número, ANM Sillón VII. ORCID: 0000-0002-3133-5183. 21/11/2024

Resumen

Fondo: La mononucleosis infecciosa es común entre los adolescentes y los adultos jóvenes. Aunque la mayoría de los casos se resuelven espontáneamente, se han reconocido manifestaciones potencialmente mortales y complicaciones.

Objetivo: El propósito de este artículo es familiarizar a los clínicos con las manifestaciones clínicas, la evaluación, el diagnóstico y el tratamiento de la mononucleosis infecciosa.

Métodos: Se realizó una búsqueda en octubre de 2022 en PubMed Clinical Queries utilizando los términos clave «mononucleosis infecciosa» OR «virus de Epstein-Barr» OR «EBV». La estrategia de búsqueda incluyó todos los ensayos clínicos, estudios observacionales y revisiones publicados en los últimos 10 años. Solo se incluyeron en esta revisión los artículos publicados en la literatura inglesa. La información obtenida de la búsqueda antes mencionada se utilizó en la compilación del presente artículo.

Resultados: La mononucleosis infecciosa, causada por el virus de Epstein-Barr, afecta con mayor frecuencia a adolescentes y adultos de 15 a 24 años. El virus de Epstein-Barr se transmite principalmente a través de la saliva. La mononucleosis infecciosa se caracteriza por una tríada de fiebre, faringitis amigdalar y linfadenopatía. La fatiga puede ser profunda, pero tiende a desaparecer en tres meses. El edema periorbitario y/o palpebral, generalmente bilateral, se presenta en un tercio de los pacientes. La esplenomegalia y la hepatomegalia ocurren en aproximadamente el 50% y el 10% de los casos, respectivamente. Una erupción cutánea, que suele ser muy dispersa, eritematosa y maculopapular, se presenta en aproximadamente el 10 al 45% de los casos. La leucocitosis de sangre periférica se observa en la mayoría de los pacientes; Los linfocitos constituyen al menos el 50% del recuento diferencial de glóbulos blancos. Los linfocitos atípicos constituyen más del 10% del recuento total de linfocitos. La prueba clásica para la mononucleosis infecciosa es la demostración de anticuerpos heterófilos. La prueba monospot es el método más utilizado para detectar los anticuerpos heterófilos séricos de la mononucleosis infecciosa. Cuando se requiere la confirmación del diagnóstico de mononucleosis infecciosa en pacientes con enfermedad similar a la mononucleosis y una prueba monomancha negativa, se recomiendan pruebas serológicas para detectar anticuerpos contra antígenos virales de la cápside. La mononucleosis infecciosa es un factor de riesgo para el síndrome de fatiga crónica. La ruptura esplénica espontánea ocurre en el 0,1 al 0,5% de los pacientes con mononucleosis infecciosa y es potencialmente mortal. El tratamiento es principalmente de apoyo. Se recomienda la reducción de la actividad y el reposo en cama según lo tolerado. Se debe aconsejar a los pacientes que eviten los deportes de contacto o el ejercicio extenuante durante 8 semanas o mientras la esplenomegalia aún esté presente. La mayoría de los pacientes tienen una recuperación sin complicaciones.

Conclusión: La mononucleosis infecciosa es generalmente una enfermedad benigna y autolimitada. El diagnóstico temprano es esencial para evitar investigaciones y tratamientos innecesarios y minimizar las complicaciones. La rotura esplénica es la complicación más temida. Dado que evitar la exposición al VEB es casi imposible, la forma más eficaz de prevenir la infección por el VEB y la mononucleosis infecciosa es el desarrollo de una vacuna eficaz, segura y asequible contra el VEB que pueda conferir inmunidad de por vida.

Academia Nacional de Medicina