Gutiérrez Samperio César. ¿Qué es el encarnizamiento terapéutico?. Cir. gen [revista en la Internet]. 2016 Sep [citado 2025 Feb 16] ; 38( 3 ): 121-122. Disponible en: http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1405-00992016000300121&lng=es. Epub 31-Mar-2020.
Recopilado por Carlos Cabrera Lozada. Individuo de Número, ANM Sillón VII. ORCID: 0000-0002-3133-5183. 16/02/2025
Resumen
Durante el XL Congreso Internacional de Cirugía General, realizado recientemente en la ciudad de Mérida, en varios cursos, conferencias y simposios se utilizó la expresión “Encarnizamiento terapéutico” la cual no siempre está de
acuerdo con el pensamiento de los oyentes, ni representa el concepto que el conferencista quiere transmitir. El Diccionario del uso del español de María Moliner define el encarnizamiento como furia, apasionamiento o crueldad con la que se insiste en un daño, por lo que la expresión es poco afortunada, peyorativa y ofensiva, ya que en los actos terapéuticos del médico y del cirujano, a pesar de que en ocasiones pueden ser molestos o peligrosos, no existe la intención de causar daño. El cirujano y el equipo de salud siempre tratan de ayudar al enfermo, curarlo, aliviarlo o consolarlo, por lo que la palabra encarnizamiento está fuera de lugar.
Por lo antes expuesto se prefieren las expresiones “obstinación terapéutica” o “empecinamiento terapéutico” que indican persistencia o terquedad en la aplicación de medidas terapéuticas extraordinarias, las cuales pueden beneficiar a algunos enfermos, pero en otros son “fútiles” al no proporcionar ningún beneficio. Por lo que en cada paciente en particular se debe valorar el costo-beneficio de los procedimientos y medicamentos aplicados, no dejar de usar lo estrictamente necesario y las medidas ordinarias de la medicina paliativa, encaminadas a suprimir el dolor y el sufrimiento, pero tampoco empecinarse en la realización de todos los procedimientos que la ciencia y la tecnología pone a nuestra disposición, en la aplicación de todos los medicamentos de la farmacopea actual, cuando la valoración clínica y los índices pronósticos sugieren que en nada ayudan al enfermo. Con ello se evita el mal llamado encarnizamiento terapéutico, del que poco se puede esperar, en contraste con el costo, molestias y peligro para el enfermo.