G.Reina González, et al. https://doi.org/10.1016/j.med.2018.03.002
Recopilado por Carlos Cabrera Lozada. Miembro Correspondiente Nacional, ANM puesto 16. ORCID: 0000-0002-3133-5183. 15/10/2022
Resumen
Introducción.
El tétanos y el botulismo son dos infecciones graves causadas por las bacterias Clostridium tetani y Clostridium botulinum, respectivamente.
Tétanos.
El tétanos está producido por la toxina tetanospasmina, que impide la liberación de los neurotransmisores inhibitorios GABA y glicina, dando lugar a una parálisis espástica con compromiso respiratorio y afectación grave del sistema nervioso autónomo. La tasa de mortalidad es del 8-60%, por lo que un diagnóstico clínico rápido es importante para el ingreso del paciente en la UCI y establecer medidas de soporte vital. Además, se debe neutralizar la acción de la toxina con una inmunoglobulina específica, impedir los espasmos con benzodiacepinas y tratar la hiperactividad simpática con labetalol y sulfato de magnesio.
Botulismo.
El botulismo está causado por la acción de una neurotoxina termolábil que provoca una parálisis fláccida e insuficiencia respiratoria en el paciente, con una mortalidad del 5-10%. Las especies de Clostridium implicadas pueden producir hasta 8 toxinas diferentes (A-H). Se puede adquirir por ingestión de la toxina preformada en alimentos (botulismo alimentario), consumo de alimentos contaminados en lactantes (botulismo infantil), por contaminación de heridas o por inhalación como agente bioterrorista. Se debe instaurar un tratamiento de soporte precoz para evitar las complicaciones respiratorias, junto con la administración de antitoxina y antibióticos.