En una sesión Zoom de 30 minutos, organizada por la organización, Atlantic Council, Luis Alberto Moreno, presentó una visión casi que apocalíptica sobre el presente y futuro de América Latina, con una contracción del 10% del PIB en 2020, y una carga de la deuda pública que supone el 75% de los presupuestos nacionales. Moreno explicó como las protestas antes y durante el Covid-19 en distintas ciudades de América Latina, son el producto de la insatisfacción general de la población ante servicios públicos, como los sanitarios, transporte, apoyo social, y educación entre otros. Los grandes retos y oportunidades de la región los vislumbra en la economía digital, la telemedicina, y la escolaridad por medios electrónicos, si bien citó las dificultades en la velocidad de la banda ancha y el poco acceso de la población vulnerable a la cuarta revolución industrial. Otra gran oportunidad la observa Moreno en la reestructuración de la cadena global de suministros, es decir, producir aquí en América Latina, lo de allá en Asia a bajo costo, la manufactura en sitios más cercanos a los países avanzados de América, Estados Unidos y Canadá. En general, la presentación fue algo decepcionante, sin material de apoyo, improvisada, informal, breve y poco concisa. Una oportunidad más que se perdió.
