Una zona cardioprotegida es un espacio que cuenta con los elementos necesarios para asistir a una persona que está sufriendo un paro cardíaco en los primeros minutos. Para que un espacio sea cardioprotegido, se requiere:
.- Tener desfibriladores externos automáticos (DEA)
.- Contar con personal capacitado en el uso de los DEA
.- Tener un equipo médico adicional, como mascarilla facial, guantes y tijeras de trauma
.- Tener señalización e instrucción de emergencias
.- Identificar las zonas de riesgo
.- Capacitar a la comunidad en soporte vital básico y manejo de los DEA
Un desfibrilador externo automático (DEA) es un dispositivo electrónico portátil que analiza el ritmo cardíaco de una persona en paro cardiorrespiratorio, y, si es necesario, envía una descarga eléctrica para normalizarlo. Cuando esto sucede, el cerebro y otros órganos no reciben la sangre ni el oxígeno que necesitan. Esto suele ocurrir cuando un problema en la actividad eléctrica del corazón causa latidos cardíacos peligrosamente irregulares. Para evitar la muerte, se necesita tratamiento en minutos. Cuanto antes se restablezcan los latidos cardíacos, mayor será la probabilidad de que no se produzcan daños permanentes en el cerebro ni en otros órganos. Estos latidos cardíacos irregulares impiden que el corazón bombee de manera correcta y causa que se detenga.
El DEA analiza el ritmo cardiaco con electrodos adhesivos y envía una descarga eléctrica si es necesario. Puede ser utilizado por personal no médico, como bomberos, auxiliares de vuelo, guardias de seguridad o reanimadores legos con capacitación en Reanimación Cardiopulmonar (RCP). Es más efectivo en el momento inicial, por lo que se recomienda colocarlo en lugares concurridos.
Los DEA son altamente efectivos para detectar cuándo administrar una descarga. Los modelos más modernos pueden guiar la reanimación cardiopulmonar (RCP) e indicar si la velocidad y profundidad de las compresiones son las adecuadas.
Los DEA deben estar en lugares públicos, como edificios gubernamentales, escuelas, aeropuertos y otros espacios comunitarios. Todos los desfibriladores externos automáticos incluyen instrucciones sobre cuándo y cómo usarlos. Se recomienda hacer una capacitación sobre el uso correcto de un desfibrilador externo automático. Sin embargo, alguien que no recibió capacitación puede usar el dispositivo para restaurar los latidos cardíacos de una persona que tuvo un paro cardíaco repentino. Usar un desfibrilador externo automático puede salvar una vida.
La RCP después de un paro cardíaco puede mantener el flujo sanguíneo hacia el corazón y el cerebro durante un tiempo. Sin embargo, a menudo, solo la desfibrilación puede restaurar los latidos cardíacos. Juntos, estos tratamientos pueden mejorar las posibilidades de supervivencia.
Tal y como lo prometió en su discurso de posesión el Presidente de la Academia Nacional de Medicina, el Dr. Huníades Urbina-Medina, la ANM firmó un convenio de asistencia con la empresa Venemergencia, presidida por el Dr. Andrés González-Silen, el 11 de diciembre, procediéndose a instalar el primer DEA en los espacios del Palacio de las Academias, lo cual beneficiará a todo el personal que hace vida en el referido recinto.
El convenio incluye mantenimiento de la operatividad del DEA, suplir los electrodos, entrenar al personal que hace vida en el Palacio y Académicos de las 7 Academias y asistencia con ambulancia al activar el sistema de seguridad.
De acuerdo a las palabras del Presidente Dr. Urbina-Medina, este es el avance más significativo en años de la ANM, en cuanto a seguridad de los Académicos y personal, extensivo a las demás Academias hermanas.
Las zonas cardioprotegidas son una estrategia estandarizada mundialmente para intervenir y resolver situaciones de paro cardiorrespiratorio.