Dra. Fatemeh Mohammad Alizadeh Chafjiri, et al. https://doi.org/10.1016/S1474-4422(24)00430-7
Recopilado por Carlos Cabrera Lozada. Individuo de Número, ANM Sillón VII. ORCID: 0000-0002-3133-5183. 18/12/2024
Resumen
El estado epiléptico es una emergencia neurológica frecuente que se caracteriza por convulsiones prolongadas o recurrentes sin recuperación entre episodios y que se asocia con una morbilidad y mortalidad importantes. El reconocimiento oportuno y el tratamiento dirigido pueden reducir el riesgo de complicaciones y muerte asociadas con el estado epiléptico, mejorando así los resultados. La definición más reciente de la Liga Internacional Contra la Epilepsia considera dos puntos de tiempo importantes en el estado epiléptico: primero, cuando la convulsión no termina por sí misma; y segundo, cuando la convulsión puede tener consecuencias a largo plazo, incluida la lesión neuronal. Los avances recientes en nuestra comprensión de la fisiopatología del estado epiléptico indican que los cambios en la neurotransmisión a medida que avanza el estado epiléptico pueden aumentar los mecanismos facilitadores de las convulsiones excitatorias y disminuir los mecanismos inhibidores de terminación de las convulsiones a nivel celular. El tratamiento clínico eficaz requiere el inicio rápido de medidas de apoyo, la evaluación de la causa de la convulsión y el tratamiento de primera línea con benzodiacepinas. Si el estado epiléptico continúa, el tratamiento debe incluir agentes de tratamiento de segunda y tercera línea, monitorización de EEG de apoyo e ingreso en una unidad de cuidados intensivos. Las investigaciones futuras para estudiar la detección temprana de convulsiones, los protocolos de rescate y los medicamentos, la escalada rápida del tratamiento y la integración de la evidencia científica y clínica fundamental en la práctica clínica podrían acortar la duración de las convulsiones y reducir las complicaciones asociadas. Además, un mejor reconocimiento, educación y tratamiento en pacientes que están en riesgo podría ayudar a prevenir el estado epiléptico, particularmente para los pacientes que viven en países de ingresos bajos y medianos.