Sección I – Editorial
Rafael Muci-Mendoza 2018-10-111-I-125
Elogio del bojote… de exámenes
Era una de esas tardes de viernes que parecen tan cortas quizá olfateando la llegada del sábado o domingo, para luego volver al lunes, el día más largo de la semana. Serían cerca de las 4.00 de la tarde en la Neuro-Ophthalmology Unit de la Universidad de California en San Francisco, la semana había estado muy movida, muchos pacientes de cuadros clínicos complejos pero motivantes; la cabeza tensa de tanta nueva información, sin embargo todo parecía haberse detenido aquella tarde y el ambiente era seco y desagradable; la calefacción le daba un carácter artificial, un aire áspero y seco, y solo esperaba algunos minutos para irme a casa; ya todos mis compañeros se habían ido desde temprano, tenían programas para hacer turismo. Yo, ni pensarlo… yo no había ido a hacer turismo, tenía una misión muy mía, autoimpuesta, había ido a estudiar y aprender para cosechar y traer al terruño, y cada día me maravillaba con algún nuevo conocimiento para mi acervo. La lectura se me hacía pesada; estaba tapado del cerebro…