Después del reciente anuncio de la eficacia de la vacuna COVID-19 en ensayos clínicos por parte de varios fabricantes para la protección contra enfermedades graves, ahora se requiere una estrategia integral de post-eficacia para los próximos pasos para garantizar la vacunación de la población mundial. Estas consideraciones deben incluir cómo fabricar miles de millones de dosis de vacunas de alta calidad, el apoyo a la compra de vacunas, la coordinación del suministro, la distribución equitativa de las vacunas y la logística de la entrega global de vacunas, todo lo cual es el preludio de una vacunación masiva. campaña dirigida a personas de todas las edades. Además, quedan preguntas científicas adicionales sobre las vacunas que deben responderse para mejorar la eficacia de la vacuna, incluidas preguntas sobre la optimización de los regímenes de vacunación, las dosis de refuerzo, los correlatos de protección, eficacia de la vacuna, seguridad y vigilancia mejorada. La ejecución oportuna y coordinada de estas tareas posteriores a la eficacia permitirá cerrar la pandemia de manera eficaz y eficiente.
En resumen, las vacunas son una herramienta importante, pero deben manejarse de manera efectiva y usarse junto con otras medidas de salud pública basadas en la evidencia para ser decisivas. Se necesitará un programa integral de prevención, trabajo continuo en optimización de vacunas, nuevas vacunas, correlatos, seguridad a largo plazo y vigilancia continua simultáneamente con la implementación constante de la vacunación. Comprender la efectividad requerirá la implementación sistemática de estudios posteriores a la licencia para comprender los parámetros clave en torno a la inmunidad colectiva y las políticas derivadas de ese conocimiento. Se desarrollaron vacunas COVID-19 seguras y eficaces en 11 meses. En el próximo año, los esfuerzos efectivos de vacunación y prevención podrían resultar decisivos y, aunque el trabajo por delante es considerable, quizás el «fin del principio» esté cerca.