Smith DJ, Lambrou A, Patel P. Rebote del SARS-CoV-2 con y sin el uso de antivirales orales contra la COVID-19. Informe Semanal de Morbilidad y Mortalidad (MMWR) 2023; 72:1357–1364. DOI: http://dx.doi.org/10.15585/mmwr.mm7251a1
Recopilado por Dra Doris Perdomo. Individuo de Número Academia Nacional de Medicina Sillón XXXIX. 04/01/2024
Resumen
¿Qué se sabe ya sobre este tema?
El tratamiento antiviral recomendado temprano previene las hospitalizaciones y muertes entre los pacientes con COVID-19 leve a moderado que corren el riesgo de enfermarse gravemente.
¿Qué aporta este informe?
Los CDC examinaron los estudios de rebote del SARS-CoV-2 entre pacientes que recibieron y no recibieron tratamiento antiviral. No se identificó una asociación consistente entre el tratamiento y el rebote. La prevalencia del rebote varió, dependiendo de los factores del huésped y de la definición de rebote. Los síntomas de rebote fueron leves. No se produjeron hospitalizaciones ni muertes por rebote viral.
¿Cuáles son las implicaciones para la práctica de la salud pública?
Esta revisión sugiere que, según las Pautas de tratamiento de la COVID-19 de los Institutos Nacionales de Salud, el rebote no debe disuadir a los proveedores de prescribir tratamientos antivirales que salvan vidas cuando están indicados para prevenir la morbilidad y la mortalidad por COVID-19.
El tratamiento temprano con una terapia de primera línea (nirmatrelvir/ritonavir [Paxlovid] o remdesivir) o una terapia de segunda línea (molnupiravir) previene la hospitalización y la muerte entre los pacientes con COVID-19 leve a moderado que corren el riesgo de enfermarse gravemente y es recomendado por las Pautas de tratamiento de la COVID-19 de los Institutos Nacionales de la Salud. El 25 de mayo de 2023, la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) aprobó el nirmatrelvir/ritonavir para el tratamiento de adultos con alto riesgo de enfermarse gravemente. Aunque las terapias antivirales están ampliamente disponibles, están infrautilizadas, posiblemente debido a los informes de rebote del SARS-CoV-2 después del tratamiento. Para mejorar la comprensión actual del rebote, los CDC revisaron los estudios de rebote del SARS-CoV-2 publicados entre el 1 de febrero del 2020 y el 29 de noviembre del 2023. En general, siete de los 23 estudios que cumplieron con los criterios de inclusión, un ensayo aleatorizado y seis estudios observacionales, compararon el rebote de las personas que recibieron tratamiento antiviral con el de las personas que no recibieron tratamiento antiviral. En cuatro estudios, incluido el ensayo aleatorizado, no se identificaron diferencias estadísticamente significativas en las tasas de rebote entre las personas que recibieron tratamiento y las que no lo recibieron. Dependiendo de la definición utilizada, la prevalencia de rebote varió. No se reportaron hospitalizaciones ni muertes entre los pacientes ambulatorios que experimentaron rebote, debido a que los signos y síntomas de COVID-19 fueron leves. Las personas que reciben tratamiento antiviral pueden tener un mayor riesgo de rebote en comparación con las personas que no reciben tratamiento debido a factores del huésped o a la supresión viral inducida por el tratamiento en las primeras etapas del curso de la enfermedad. El potencial de rebote no debe disuadir a los médicos de prescribir tratamientos antivirales que salvan vidas cuando están indicados para prevenir la morbilidad y la mortalidad por COVID-19.
