Libby, P., Buring, JE, Badimon, L. et al. Aterosclerosis. Nat Rev Dis Primers 5 , 56 (2019). https://doi.org/10.1038/s41572-019-0106-z
Recopilado por Carlos Cabrera Lozada. Individuo de Número, ANM Sillón VII. ORCID: 0000-0002-3133-5183. 17/12/2024
Resumen
La aterosclerosis, la formación de lesiones fibroadiposas en la pared arterial, causa mucha morbilidad y mortalidad en todo el mundo, incluyendo la mayoría de los infartos de miocardio y muchos accidentes cerebrovasculares, así como enfermedad arterial periférica discapacitante. El desarrollo de lesiones ateroscleróticas probablemente requiere lipoproteína de baja densidad, una partícula que transporta colesterol a través de la sangre. Otros factores de riesgo para la aterosclerosis y sus complicaciones trombóticas incluyen la hipertensión, el tabaquismo y la diabetes mellitus. Cada vez hay más evidencia que apunta a un papel del sistema inmunológico, ya que los factores de riesgo emergentes incluyen la inflamación y la hematopoyesis clonal. Los estudios de la biología celular y molecular de la aterogénesis han proporcionado un conocimiento considerable de los mecanismos que vinculan todos estos factores de riesgo con el desarrollo de ateromas y las manifestaciones clínicas de esta enfermedad. Una serie de técnicas de diagnóstico, tanto invasivas (como la arteriografía coronaria selectiva) como no invasivas (como los biomarcadores sanguíneos, las pruebas de esfuerzo, la tomografía computarizada y la gammagrafía), permiten la evaluación del riesgo de enfermedad cardiovascular y la orientación de las terapias. Existe un arsenal cada vez mayor de terapias que pueden modificar los factores de riesgo y conferir beneficios clínicos; sin embargo, nos enfrentamos a un desafío considerable para proporcionar un acceso equitativo a estos tratamientos y maximizar la adherencia. Sin embargo, la aplicación clínica de los frutos de la investigación ha hecho avanzar las estrategias preventivas, mejorado los resultados clínicos en las personas afectadas y mejorado su calidad de vida. El rápido aumento de los conocimientos y la investigación continua prometen proporcionar más avances en la lucha contra esta enfermedad crónica común.