Ilmari Pyykkö, et al. Frente. Neurol. Sec. Neuro-Otología, Volumen 15 – 2024 | https://doi.org/10.3389/fneur.2024.1496384
Recopilado por Carlos Cabrera Lozada. Individuo de Número, ANM Sillón VII. ORCID: 0000-0002-3133-5183. 25/11/2024
Resumen
Propósito: Este estudio retrospectivo tuvo como objetivo analizar el perfil sintomático de los pacientes con enfermedad de Ménière (DM), centrándose especialmente en el cese del vértigo episódico y el curso longitudinal de la enfermedad y el impacto de los síntomas principales en la calidad de vida (CV).
Métodos: El estudio empleó un diseño transversal y se llevó a cabo en 365 de 560 individuos con distrofia muscular definida de la Federación Finlandesa de Vestibular y Ménière, utilizando un cuestionario basado en Internet. Se encuestó a los participantes sobre los ataques de vértigo, los ataques de caída vestibular (VDA), los problemas de equilibrio, las quejas cognitivas selectivas, la pérdida de audición y sus efectos en la calidad de vida general (QoL). La población de estudio estuvo compuesta por 79,5% mujeres y 20,5% hombres, con una edad media de 63 años y una duración media de la enfermedad de 15,2 años.
Resultados: El inicio de la distrofia muscular se caracterizó por pérdida simultánea de la audición, vértigo y tinnitus en el 38% de los participantes. Hubo un retraso significativo en el diagnóstico para muchos, y el 20% experimentó un retraso de más de 5 años. La frecuencia y la duración de los ataques de vértigo generalmente disminuyeron con el tiempo, y los ataques se volvieron más cortos y menos graves a medida que avanzaba la enfermedad. La remisión espontánea del vértigo episódico se produjo en el 34% de los participantes de forma variable a lo largo del curso de la DM. De los participantes, el 65,5% informó de problemas de equilibrio y el 34% experimentó VDA leves, con caídas graves en el 10%. Los VDA fueron más comunes con una mayor duración de la enfermedad. La pérdida auditiva bilateral se desarrolló en el 34,5% de los participantes a largo plazo, con un mayor riesgo asociado con una edad de inicio más temprana, migrañas y antecedentes familiares de distrofia muscular. La fatiga, la ansiedad y la depresión fueron prevalentes, especialmente entre los participantes más jóvenes. Las deficiencias cognitivas se relacionaron con la gravedad de estos síntomas y la presencia de mareos constantes. La calidad de vida fue significativamente más baja entre los participantes con mareos constantes, con factores como la fatiga, la depresión, el VDA y la pérdida de audición que contribuyeron a esta reducción.
Conclusiones: El estudio pone de manifiesto la complejidad de la DM. Si bien el vértigo puede remitir espontáneamente, otros síntomas como los VDA, los problemas de equilibrio, las quejas cognitivas y la pérdida de audición a menudo persisten y empeoran con el tiempo. La evaluación de la DM únicamente en función de los síntomas primarios, como el vértigo y la pérdida de audición, es insuficiente; Una evaluación exhaustiva es necesaria para una gestión eficaz.