Benjamin Anderschou Holbech Jensen, DOI: https://doi.org/10.1016/j.xcrm.2023.101190
Recopilado por Carlos Cabrera Lozada. Miembro Correspondiente Nacional, ANM puesto 16. ORCID: 0000-0002-3133-5183. 11/12/2023
Resumen
La investigación sobre la microbiota intestinal generalmente se ha centrado en muestras fecales, que representan el contenido luminal del intestino grueso. Sin embargo, la absorción de nutrientes se limita al intestino delgado. Las abundantes poblaciones de células inmunes en este sitio anatómico, combinadas con una menor secreción de moco y uniones más laxas (en parte para permitir una absorción más eficiente de líquidos y nutrientes), también resultan en interacciones íntimas entre el huésped y los microbios a pesar de un tránsito más rápido. Por lo tanto, es crucial analizar las diferencias clave tanto en ecología como en fisiología entre el intestino delgado y el grueso para aprovechar mejor el inmenso potencial de la impronta de la microbiota intestinal humana, incluido el injerto de probióticos en nichos biológicos sensibles. Aquí, proporcionamos una revisión detallada que muestra cómo las diferencias fisiológicas y anatómicas entre el intestino delgado y grueso afectan la composición, función y plasticidad de la microbiota intestinal. Esta información es clave para comprender cómo la manipulación de la microbiota intestinal, incluida la administración de probióticos, puede transformar las interacciones huésped-microbio en ubicaciones definidas de forma dependiente de la cepa.