Selim, Shahjada. Diabetes mellitus tipo 5: reconocimiento mundial de un subtipo previamente ignorado. Revista de Endocrinología y Metabolismo de Bangladesh 4(2):p 59-60, mayo-agosto de 2025. | DOI: 10.4103/bjem.bjem_13_25
Recopilado por Carlos Cabrera Lozada. Individuo de Número, ANM Sillón VII. ORCID: 0000-0002-3133-5183. 06/05/2025
Resumen
Una forma de diabetes que antes se pasaba por alto, anteriormente conocida como diabetes relacionada con la desnutrición, ahora ha recibido el reconocimiento oficial de la Federación Internacional de Diabetes (FID) como Diabetes Mellitus Tipo 5 (DM5). Esta decisión fundamental se finalizó el 8 de abril de 2025, a través de una votación formal en el Congreso Mundial de Diabetes en Bangkok, Tailandia.[1]
Se estima que la DM5 afecta a entre 20 y 25 millones de personas en todo el mundo, especialmente en los países de ingresos bajos y medianos de Asia y África. El reconocimiento de la IDF representa un avance significativo en nuestra comprensión de la fisiopatología de la diabetes, particularmente entre los adolescentes delgados y los adultos jóvenes expuestos a la desnutrición crónica.
Esta afección entra en la clasificación de diabetes grave con deficiencia de insulina. A diferencia de la diabetes tipo 1, que surge de la destrucción autoinmune de las células beta pancreáticas, o la diabetes tipo 2, caracterizada por resistencia a la insulina, la diabetes tipo 5 se deriva de un desarrollo pancreático deficiente, una consecuencia de la privación nutricional sostenida durante períodos críticos de crecimiento, como la infancia o la adolescencia. Como tal, es clínicamente distinto de los dos tipos principales.
Históricamente, este subtipo se describió por primera vez en Jamaica en 1955 y luego fue reconocido por la Organización Mundial de la Salud en 1985.[2] Sin embargo, debido a la limitada evidencia mecanicista, se eliminó de la clasificación formal en 1999.[3] El interés en la enfermedad resurgió a principios de la década de 2000 a través de los esfuerzos de la Dra. Meredith Hawkins, profesora de medicina en la Facultad de Medicina Albert Einstein. Hawkins, ahora presidente del Grupo de Trabajo de Diabetes Tipo 5 de la FID, fundó el Instituto Global de Diabetes en 2010, que se ha convertido en un centro de investigación sobre formas de diabetes poco reconocidas.
En un estudio metabólico de 2022 dirigido por Hawkins et al., se evaluó a 73 hombres indios asiáticos delgados utilizando protocolos de prueba avanzados.[4] Entre ellos, 20 participantes cumplieron con los criterios de DM5, exhibiendo una falla profunda de la secreción de insulina, niveles bajos de grasa hepática y visceral, mayor absorción de glucosa y reducción de la producción endógena de glucosa. Estas características contradecían las suposiciones anteriores de que la diabetes relacionada con la desnutrición era impulsada por la resistencia a la insulina. En cambio, los datos destacaron un fenotipo metabólico distinto marcado por una deficiencia grave de insulina.[4]
Si bien la Asociación Americana de la Diabetes actualmente clasifica la diabetes en cuatro grandes grupos (tipo 1, tipo 2, diabetes gestacional y diabetes por causas específicas, incluidas las formas monogénicas y secundarias), la diabetes relacionada con la desnutrición se ha clasificado de manera ambigua.[5] Por lo tanto, la designación oficial de la IDF de diabetes tipo 5 cierra una brecha de larga data en la taxonomía mundial de la diabetes.
El Dr. Hawkins subrayó la importancia de este desarrollo en una entrevista con Medscape Medical News:
«El reconocimiento de esta condición como ‘diabetes tipo 5’ por parte de la IDF es un hito crítico. Aporta una visibilidad largamente esperada a una enfermedad que afecta de manera desproporcionada a las poblaciones vulnerables y que ha quedado fuera de los textos y directrices médicas centrados en Occidente».[6]
También advirtió sobre las consecuencias potencialmente fatales de diagnosticar erróneamente la DM5 como diabetes tipo 1, ya que los regímenes estándar de insulina de dosis altas pueden no ser seguros para estas personas. En cambio, la insulina en dosis bajas combinada con hipoglucemiantes orales parece más apropiada. Además, las estrategias nutricionales, como las dietas ricas en proteínas y bajas en carbohidratos y la suplementación con micronutrientes, pueden ofrecer beneficios terapéuticos, aunque se necesita investigación adicional para establecer protocolos clínicos efectivos.
Tras su reconocimiento, las FDI han establecido un grupo de trabajo dedicado a crear criterios de diagnóstico formales y directrices de tratamiento. Se espera que se publiquen en los próximos 2 años.[1]
La inclusión de la DMT5 en los sistemas mundiales de clasificación de la diabetes representa no solo un avance científico, sino también un paso vital hacia la equidad en salud. Al abordar las necesidades de las poblaciones más afectadas por la pobreza y la desnutrición crónica, este avance abre la puerta a un diagnóstico más preciso, un tratamiento eficaz y esfuerzos de investigación específicos en todo el mundo.