Dhanani, Z.; Gupta, R. El tratamiento de la enfermedad pulmonar intersticial en la UCI: una revisión exhaustiva. J. Clin. Med. 2024, 13, 6657. https://doi.org/10.3390/jcm13226657
Recopilado por Carlos Cabrera Lozada. Individuo de Número, ANM Sillón VII. ORCID: 0000-0002-3133-5183. 09/11/2024
Resumen
La enfermedad pulmonar intersticial (EPI) abarca un grupo diverso de enfermedades pulmonares parenquimatosas caracterizadas por diversos grados de inflamación y/o fibrosis. Los pacientes con EPI con frecuencia requieren hospitalización, y muchos necesitan ingreso en la unidad de cuidados intensivos (UCI), con mayor frecuencia debido a insuficiencia respiratoria. El diagnóstico y el tratamiento de la EPI en la UCI presentan desafíos únicos. El diagnóstico se basa principalmente en las imágenes por tomografía computarizada de tórax para identificar la fibrosis y la inflamación. Las exacerbaciones agudas, ya sea en la fibrosis pulmonar idiopática (FPI) o en la EPI no relacionada con la FPI, requieren una evaluación cuidadosa de los posibles desencadenantes y diagnósticos diferenciales. El lavado broncoalveolar puede proporcionar información valiosa, como la identificación de infecciones, pero conlleva riesgos de complicaciones. Las biopsias, ya sean transbronquiales o quirúrgicas, también pueden ser informativas, pero plantean riesgos significativos durante el procedimiento. Los corticosteroides son la piedra angular del tratamiento de las exacerbaciones agudas de la FPI, y las dosis más altas pueden beneficiar a las EPI no pertenecientes a la FPI. Se pueden usar agentes inmunosupresores adicionales en casos con evidencia de inflamación. La suplementación con oxígeno, particularmente con cánula nasal de alto flujo, a menudo se emplea para controlar la hipoxemia grave, mientras que la ventilación no invasiva puede ser útil para empeorar la hipoxemia y/o la hipercapnia. Cuando se utiliza ventilación mecánica, se recomienda apuntar a volúmenes corrientes bajos para minimizar la lesión pulmonar; La PEEP alta puede ser menos efectiva e incluso se asocia con un aumento de la mortalidad. La posición prona puede mejorar la oxigenación en pacientes con hipoxémica grave. Además de las estrategias ventilatorias, el manejo cuidadoso de líquidos y el tratamiento de la hipertensión pulmonar concomitante son componentes esenciales de la atención. La oxigenación por membrana extracorpórea es una intervención de alto riesgo reservada para los casos más graves. Se puede considerar el trasplante de pulmón para los pacientes con EPI en etapa terminal en la UCI, y los resultados dependen de la urgencia del trasplante y del estado general del paciente. El manejo de la EPI en la UCI requiere un enfoque multidisciplinario y, a pesar de los avances recientes, la mortalidad sigue siendo alta, lo que enfatiza la necesidad de continuar con la investigación y estrategias de tratamiento individualizadas.