William N. Voss, et al. DOI:https://doi.org/10.1016/j.xcrm.2024.101668
Recopilado por Carlos Cabrera Lozada. Miembro Correspondiente Nacional, ANM puesto 16. ORCID: 0000-0002-3133-5183. 22/08/2024
Resumen
Describimos la composición a nivel molecular de los anticuerpos anti-spike de inmunoglobulina G (IgG) policlonales procedentes de la infección ancestral por el coronavirus 2 del síndrome respiratorio agudo severo (SARS-CoV-2), la vacunación o su combinación («inmunidad híbrida») a resolución monoclonal. La infección desencadena principalmente anticuerpos reactivos al dominio S2/N-terminal (NTD), mientras que la vacunación induce principalmente anticuerpos contra el dominio de unión al receptor (RBD). Esta impronta persiste después de exposiciones secundarias en las que el >60% de la inmunidad híbrida resultante se deriva del grupo original de IgG. Los constituyentes monoclonales del grupo original de IgG pueden aumentar la amplitud, la afinidad y la prevalencia tras exposiciones secundarias, como lo ejemplifica el anticuerpo plasmático SC27. Después de una infección irruptiva, el SC27 inducido por la vacuna ganó amplitud y potencia de neutralización contra las variantes del SARS-CoV-2 y los virus zoonóticos (concentración inhibitoria media máxima [IC50] ∼0,1–1,75 nM) y aumentó su afinidad de unión al epítopo protector de clase RBD 1/4 (constante de disociación [KD] < 5 pM). Según el análisis de escape policlonal, los patrones de unión similares a SC27 son comunes en la inmunidad híbrida del SARS-CoV-2. Nuestros hallazgos proporcionan una definición molecular detallada de la impronta inmunológica y muestran que la vacunación puede producir anticuerpos IgG de clase 1/4 (similares a SC27) que circulan en la sangre.