Zhilin Wang, et al. https://doi.org/10.1371/journal.pntd.0012962
Recopilado por Carlos Cabrera Lozada. Individuo de Número, ANM Sillón VII. ORCID: 0000-0002-3133-5183. 13/04/2025
Resumen
El reciente aumento de la incidencia y la propagación geográfica de las infecciones por OROV supone una amenaza creciente para la salud pública mundial. Sin embargo, los estudios que exploran los signos clínicos de la infección por OROV siguen siendo extremadamente limitados.
Métodos
Buscamos estudios de OROV publicados hasta el 17 de junio de 2024 en varias bases de datos electrónicas, incluidas MEDLINE, EMBASE, SCOPUS y la Biblioteca Cochrane.
Resultados
En total, se incluyeron 15 estudios con 806 pacientes infectados por OROV. Los síntomas generales, como fiebre y cefalea, fueron los más comunes. También fueron prevalentes los trastornos gastrointestinales como náuseas/vómitos, anorexia y odinofagia, junto con síntomas oculares, principalmente dolor retroorbitario, fotofobia y enrojecimiento. Se presentaron síntomas respiratorios, como tos, dolor de garganta y congestión nasal, y también se identificaron problemas cutáneos como erupción cutánea, prurito y palidez.
Conclusión
En general, este estudio proporciona una comprensión fundamental de las manifestaciones clínicas de OROV para orientar el diagnóstico, el tratamiento y las intervenciones de salud pública contra esta enfermedad tropical desatendida.
Resumen del autor
En el ámbito de las ciencias de la vida, comprender el alcance completo de las enfermedades infecciosas es crucial para proteger la salud pública. El virus Oropouche (OROV), un patógeno relativamente poco estudiado, ha mostrado recientemente un aumento alarmante tanto en su incidencia como en su propagación geográfica. A pesar de su creciente amenaza, nuestro conocimiento sobre los síntomas clínicos que causa ha sido muy deficiente. Nuestro estudio es el primero de su tipo en revisar y analizar exhaustivamente la investigación disponible sobre los síntomas relacionados con el OROV. Al agrupar 15 estudios con 806 pacientes, hemos descubierto una gama de síntomas, desde fiebre común y dolor de cabeza hasta problemas oculares, gastrointestinales y cutáneos menos conocidos. Este nuevo conocimiento es vital. Para los científicos, sienta las bases para futuras investigaciones sobre la biología y los mecanismos patológicos del OROV. Para quienes no son científicos, facilita el reconocimiento temprano de la enfermedad, lo cual es clave para obtener atención médica adecuada y prevenir su propagación.