Sato, R., Hasegawa, D., Guo, S. et al. Choque cardiogénico inducido por sepsis: controversias y lagunas en la evidencia sobre el diagnóstico y el tratamiento. J Intensive Care 13 , 1 (2025). https://doi.org/10.1186/s40560-024-00770-y
Recopilado por Carlos Cabrera Lozada. Individuo de Número, ANM Sillón VII. ORCID: 0000-0002-3133-5183. 10/01/2025
Resumen
La sepsis suele provocar vasoplejía y un estado cardíaco hiperdinámico, y el tratamiento se centra en restablecer el tono vascular. Sin embargo, la sepsis también puede causar disfunción miocárdica reversible, en particular en ancianos con afecciones cardíacas preexistentes. Las pautas de la campaña Surviving Sepsis Campaign recomiendan el uso de dobutamina con norepinefrina o epinefrina sola para pacientes con choque séptico con disfunción cardíaca e hipoperfusión persistente a pesar de una reanimación adecuada con líquidos y una presión arterial estable. Sin embargo, la definición de disfunción cardíaca e hipoperfusión en estas pautas sigue siendo controvertida, lo que conduce a diversas interpretaciones clínicas. La disfunción cardíaca con hipoperfusión persistente a pesar de restablecer una precarga y poscarga adecuadas a menudo se considera un choque cardiogénico. Por lo tanto, la sepsis complicada por una disfunción miocárdica de nueva aparición o un empeoramiento de la disfunción miocárdica subyacente debido a una miocardiopatía inducida por sepsis, que da lugar a un choque cardiogénico, puede definirse como «choque cardiogénico inducido por sepsis (SICS)». Se sabe que el SICS está asociado con una mortalidad significativamente mayor. Los antecedentes de disfunción cardíaca son un fuerte predictor de SICS, lo que resalta la necesidad de un diagnóstico y un tratamiento precisos dado el envejecimiento de la población y la creciente prevalencia de enfermedades cardiovasculares. Por lo tanto, el SICS podría beneficiarse de un monitoreo hemodinámico invasivo temprano con un catéter de arteria pulmonar (CAP), a diferencia de aquellos con shock séptico solo. Si bien el monitoreo rutinario del CAP para todos los pacientes sépticos es poco práctico, la ecocardiografía podría ser una herramienta de detección útil para individuos de alto riesgo. Si la ecocardiografía indica shock cardiogénico, el CAP podría estar justificado para un monitoreo continuo. El papel de los inotrópicos en SICS sigue siendo incierto. El soporte circulatorio mecánico (MCS) podría considerarse para casos graves, ya que los vasopresores e inotrópicos de dosis alta se asocian con peores resultados. La selección correcta de los pacientes es la clave para mejorar los resultados con MCS. La participación de un equipo de shock cardiogénico para un enfoque multidisciplinario puede ser beneficiosa. En resumen, abordar las lagunas de evidencia en el diagnóstico y el tratamiento del SICS es crucial. La ecocardiografía para la detección, el monitoreo avanzado con CAP y la selección cuidadosa de los pacientes con MCS son importantes para la atención óptima del paciente.