Abhi Dutta, et al. Frente. Pharmacol., 23 de mayo de 2023 Sec. Farmacología
renal Volumen 14 – 2023 | https://doi.org/10.3389/fphar.2023.1152055
Recopilado por Carlos Cabrera Lozada. Miembro Correspondiente Nacional, ANM puesto 16. ORCID: 0000-0002-3133-5183. 05/10/2023
Resumen
El síndrome cardiorrenal representa un trastorno de amplio espectro que involucra el corazón y los riñones como los órganos primarios afectados. India tiene una carga cada vez más alta de CRS agudo, coincidiendo con el aumento de las estadísticas globales. Hasta 2022, aproximadamente el 46,1% de todos los pacientes cardiorrenales han sido diagnosticados con CRS agudo en la India. El CRS agudo implica un deterioro repentino de las funcionalidades renales, denominado lesión renal aguda (LRA) en pacientes con insuficiencia cardíaca aguda. La fisiopatología del SRC implica la hiperactivación del sistema nervioso simpático (SNS) y del sistema renina-angiotensina-aldosterona (SRAA) después del estrés agudo del miocardio. El fenotipo patológico del CRS agudo se asocia con marcadores inflamatorios, celulares y neurohormonales perturbados en circulación. Estas complicaciones aumentan el riesgo de mortalidad en pacientes con SRC agudo diagnosticado clínicamente, lo que lo convierte en una carga sanitaria mundial. Por lo tanto, el diagnóstico efectivo y la prevención temprana son cruciales para prevenir la progresión del SRC en pacientes con ICA. Los biomarcadores actuales, como la creatinina sérica (sCr), la cistatina C (CysC), la tasa de filtración glomerular (TFG), el nitrógeno ureico en sangre (BUN), la lipocalina asociada a gelatinasa de neutrófilos sérica y/o urinaria (NGAL), el péptido natriurético tipo B (BNP) y el NT-proBNP, se utilizan clínicamente para diagnosticar los estadios de LRA en pacientes con SRC, pero son poco sensibles a la detección temprana de la patología. Por lo tanto, está surgiendo la necesidad de biomarcadores proteicos para la intervención temprana en la progresión del SRC. Aquí, resumimos el nexo cardio-renal en el SRC agudo, con énfasis en los biomarcadores clinicopatológicos actuales y sus limitaciones. El objetivo de esta revisión es destacar la necesidad de nuevos biomarcadores proteómicos que frenen la creciente preocupación y dirijan futuros ensayos de investigación.