Nuestro estudio demuestra que las intervenciones no farmacéuticas (incluidas las restricciones fronterizas, la cuarentena y el aislamiento, el distanciamiento y los cambios en el comportamiento de la población) se asociaron con una transmisión reducida de COVID-19 en Hong Kong, y también es probable que hayan reducido sustancialmente la transmisión de la influenza a principios Febrero de 2020.
